CAPITULO 11 - 1ra Parte

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Guadalajara era un nuevo aire, la tensión entre ambas mujeres era casi nula, y así ya estaban casi listas para comenzar su día

 

Anahi: y a donde vamos a ir? – le decía a Dulce mientras subía al coche –

 

Dulce: vamos a ir a visitar a una amiga y a Max – le terminaba de decir mientras se aseguraba el cinturón de seguridad –

 

Anahi: no se molestarán de que vaya yo?...- hablaba Anahi mientras buscaba su móvil en su bolso –

 

Dulce: no te preocupes….

 

Anahi: vaya no me acuerdo haber apagado mi móvil – lo decía mientras lo encendía –

 

Dulce: lo hice yo, no se cansaba de llamar una tal Pilar y tu estabas en el baño así que termine por apagarlo, lo siento…pero me harto

 

Anahi: no te preocupes yo tampoco hubiera contestado igual – le dijo mientras se sorprendía como ponía su mano muy cerca a la de ella –

 

El trayecto hasta la casa de Teresa demoro casi 30 minutos, ella vivía muy cerca a la playa, por lo que Dulce aprovecharía para sacar un rato al niño y junto con Anahi llevarlo a algún sitio a pasear, cuando llegaron Anahi se sorprendió del lugar una pequeña casa con tejas muy simpática que invitaba a entrar.

 

Dulce: llegamos….ummm – tomo aire profundamente – me encanta el olor a mar a ti no?

 

Anahi: vaya, bueno…hace bastante que no vengo a la playa, creo desde que….desde que vinimos aquella vez juntas

 

Dulce: vaya….bastante tiempo mujer, pues entonces regresaste a la playa, justo conmigo, ven baja y entremos a la casa

 

Anahi: vale

 

Las dos mujeres se bajaron del coche y Dulce apresurada tocó la puerta de la casita, toco una vez, dos, y al parecer nadie vendría abrir, así que sacó su móvil y se dispuso a marcar el teléfono de Teresa cuando en ese momento le abre la puerta una Teresa destruida, con los ojos hinchados, el cabello alborotado, con la cara demacrada y con una clara señal de que no dormía hace días y que la estaba pasando bastante mal.

 

Dulce: mujer que te paso? – le dijo a la mujer estrechándola en sus brazos –

 

Teresa: ayyy Dulce, no sabes lo que estoy pasando….noooo puedo más – y en los brazos de su amiga y en la puerta de la calle se lanzó a llorar la mujer, Dulce con toda delicadeza la metió a la casa y la llevó hasta la cocina donde la sentó en una silla mientras hacía entrar a Anahi que no hallaba que hacer ni que decir, y la dejó parada al lado de la puerta –

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