CAPITULO 10 - 5ta Parte

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Anahi: llévame contigo Dulce

 

Dulce: a donde hermosa?

 

Anahi: no te ibas a ir de viaje?

 

Dulce: pues si a Guadalajara

 

Anahi: entonces llévame contigo a Guadalajara…..pero que digo….seguro tu vas a ir a ver a tu novia y yo metiéndome…..olvida lo que dije

 

Dulce: NOOO!!!....jajaja….Anahi yo no tengo novia, bueno termine con ella antes de venir pero sin ganas de volver, eso se termino….y pues si quieres ir a Guadalajara pues vámonos, pero te advierto que yo no regreso hasta el lunes temprano

 

Anahi: sólo llévame contigo, como antes hacías y me sacabas de mi realidad

 

Dulce: - Dulce lo pensó un rato pequeño y al final se decidió por llevarla con ella - ya….pero esa falda apretadita no te va a funcionar, necesitas más ropa….

 

Anahi: vale…..- miró a Dulce fijamente y volviendo a perderse en esos ojos cafes le dijo – gracias por todo….de verdad por todo.

 

Las dos mujeres regresaron al piso de Anahi y por la puerta del estacionamiento, entraron casi como ladronas y Anahi pudo sacar algo de ropa en un bolso, y llamó a Lorenzo para darle una excusa tonta, pero que en los labios de Anahi sonaba muy convincente, y a Pilar ni siquiera la llamó la dejó allí aún esperándola en la puerta del edificio, las dos mujeres partieron, Dulce ni siquiera recogió ropa pues aún tenía casi todas sus cosas en Guadalajara así que sin previo aviso las mujeres partieron a Guadalajara, en el camino poco pudieron hablar porque Anahi se quedó dormida casi no mucho después de dejar el DF….Dulce iba con su mente divagando, no lograba entender todo lo que había pasado, Anahi le reclamaba y ella no entendía, que pretendía ella se iba a casar y Dulce no iba a hacer nada por evitarlo ni cambiarlo, ni siquiera sabía porque estaba llevando a esa mujer a Guadalajara, que pretendía no se lo imaginaba, pero tampoco se lo quería preguntar, se sentía confundida, a gusto con ella al lado, pero sumamente angustiada por volver a sufrir….el cansancio también ya estaba agotando a Dulce, por lo que prendió el estéreo con un volumen bajo para que Anahi no se despertara y en radio empezaron a tocar aquella canción, era casi las 2 de la mañana con más de dos hora aún de viaje y esa canción la tocaban en la radio, sólo pudo agachar la cabeza y sonreír ♪♫ me gustas mucho como te vistes y como andas ♫♪ me gusta tu pelo, tu cuerpo ♪♫ me gustaría poderte bañar, también secarte y volverte a enjuagar ♫♪ porque me gustas mucho, me gustas mucho nena ♪♫...casi no podía controlar la carcajada que quería salir de su boca, y es que esa canción con la que tantas veces había sido la banda sonora de una noche sensual de se.xo con Anahi y con la que Anahi le había hecho un striptease que termino en un accidente, no podía contener la risa al recordar todo eso, y una vez más en su mente se decía – definitivamente el destino no quiere que nos olvidemos – y es que era algo tan extraño, una canción tan movida y de cierta forma sensual que sonara en una radio a las 2 de la mañana era casi insólito….ese momento de gracia le dejó la sonrisa para las casi dos horas de viaje que faltaban llegando a Guadalajara y a su depa casi a las 5 de la mañana, trató varias veces de despertar a Anahi pero esta estaba como muerta, así que con total habilidad la cargó en sus brazos donde ella se acurrucó como bebé y la metió en el piso y muy delicadamente la colocó en la cama, y regresó a cerrar el coche y sacar las cosas, cuando volvió al dormitorio la encontró enroscada adueñándose de casi toda la cama así que con mucha delicadeza, le quitó los zapatos de tacón, y tratando de luchar otra vez con esas faldas tan apretadas que se ponía le pudo sacar ésta de color azul así también la chaqueta y la dejó descansar en sus bragas y la blusa pegada que llevaba y tapándola como arropando a un bebé no pudo evitar acariciar su rostro y darle un beso cálido en la frente para luego alejarse de ella e irse a instalar a descansar en el sofá del salón donde ni bien se echó se quedó dormida.

 

Anahi se despertó asustada, si asustada, encontrarse en un cuarto extraño y una cama extraña no era lo suyo, mucho menos quedarse dormida, si bien sus noches de encuentros con extraños era normal ella nunca se iba algún sitio que no fuera un hotel o su depa, pero ahora no sabía bien donde estaba, hasta que la mente le dejo de jugar amnesias y recordó que estaba con Dulce y que estaba en Guadalajara, así que sin más se paró de la cama y se percató que no llevaba su falda y estaba en bragas, mejor dicho en tanga, y tratando de buscar algo y quitándose la blusa toda arrugada, miró en la ropa que estaba colgada en el armario encontrando una camiseta lo bastante grande para cubrirle algo, mejor dicho para cubrir casi nada, pero así era Anahi, y saliendo de la habitación buscando a Dulce, se encontró con la imagen tierna de una mujer de 30, bastante alta, retorcida en un pequeño sofá en una pose que de sólo mirar se notaba incomoda, pero al parecer a ella no le importaba pues estaba completamente dormida, se acercó más para detallarla y vio esos pequeños boxes que se ponía para dormir y la típica tanktop que usaba para dormir, y Anahi se sintió otra vez en casa, se sintió en su lugar, y eso la asustó tanto que se alejó de la vista de Dulce, camino hacia la cocina y busco algo de comer, pero no había nada, más que café que se puso a reposar, y una caja de cereal, y desde allí miraba a Dulce aún dormir y aunque le encantaba lo que veía, se repetía en la cabeza que no podía regresar atrás, que ya su vida estaba decidida y encaminada, se casaría con Lorenzo y entraría al partido político popular de México, un partido conservador y que no sería capaz de aceptar a una abogada bisexual en sus líneas, o como se tomarían en el estudio donde había logrado la sociedad principal que su abogada más ilustre se acueste con mujeres…- ufff nadie se puede enterar, se vendría abajo todo – se dijo en un susurro mientras veía las gotas de café caer, pero lo que no sabía Anahi que el mejor chisme llevado en el estudio era porque siempre terminaba cambiando de practicantes y secretarias, y porque siempre eran mujeres y porque ninguna salía contenta del puesto, que ya casi a gritos se decía en el estudio que Anahi era una come co.ños y que a todas las usaba para luego botarlas, casi todo el mundo lo sabía, casi todos lo sabían pero el casi casamiento con Lorenzo, lograba de alguna forma calmar el chisme y mantener la apariencia de una buena jefa y abogada, aunque el mismo Lorenzo ya lo empezaba a dudar…Anahi se sirvió una taza de café y se acercó hasta Dulce y sentada en el respaldar del sofá la observó dormir, buscando aquellas arruguitas que ya se mostraban en su piel por el sol, como no recordaba que sus pestañas fueran tan largas o como le quedaba ese corte divinamente y la hacía verse mucho más hermosa e imponente, o como aún se notaba que se mordía el labio al dormir, tantos recuerdos pensaba Anahi cuando de pronto casi sin quererlo Dulce abrió sus ojos encontrándose con la primera vista de una mujer con una camiseta que a las justas la cubría frente a ella con una taza de café.

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