Anahi: perdón de que hablas?....yo engañarte? No entiendo nada Dulce….yo nunca te engañe….yo te amaba….te adoraba….y me mataste cuando me abandonaste y sin decirme nada ni darme explicaciones, dejándome en el limbo, ni siquiera tuviste la decencia de darme mis cosas a mi mano, sino que se las mandaste a mi hermano como si yo hubiera sido un trapo sucio, o un mueble viejo, yo Dulce, lloré hasta casi enfermar porque me separaste de tu lado cuando murió tu padre, tanto que me tuvieron que sedar por días, por eso no pude estar contigo en su funeral, y tu nunca fuiste a buscarme….yo me cansé de hacerlo, pero me entere que la casa estaba en venta, el móvil desconectado, busque a Poncho y el no me quiso decir nada de ti…y me quedé así con la punzada en el pecho de no perderte y sin saber porque, y sin saber que error había cometido – Dulce no podía creer lo que Anahi le decía –
Dulce: y que hay de Lorenzo ahhh??.....corriste a sus brazos no?, ni bien ya no sabías de mi fuiste directito a sus brazos…que bonito amor decías tenerme Anahi – se lo decía mientras las lágrimas también brotaban –
Anahi: - Anahi no entendía, como pudo saber de Lorenzo – no me vengas con eso Dulce, estaba muerta por dentro y fue el único que me apoyo cuando me dejaste, me abandonaste y el estuvo allí, y me apoyo, y aunque al principio lo tuve como un apoyo después le tomé cariño y nos hicimos novios, acaso tu no has tenido a nadie en tu vida, que me dices de Teresa? – Dulce no entendía como ella pudo saber de Teresa –
Dulce: no te metas con ella, que ella es una mujer completa, y muy buena
Anahi: así tan buena y completa que la dejaste en Guadalajara?.....vaya tu manera de querer no?....huyes de todas no?
Dulce: cállate que tu no sabes de lo que hablas y quiero que te vayas de mi casa, retírate por favor – se lo dijo tomándola por el brazo llevándola hasta el salón, a lo que Anahi respondió zafándose de su brazo –
Anahi: no me voy, NO ME DA LA GANA….y si dices que soy una pu.ta pues vamos a sacarle provecho al apelativo…que esta pu.ta no se va a ir de aquí hasta no conseguirte en la cama – lo hizo acercándose a Dulce robándole un beso que le costó una mordida en el labio – auchhh eres una salvaje – le dijo limpiándose la sangre del labio –
Dulce: vete Anahi – se lo decía volviéndola a tomar del brazo pero ella no se dejaba y se volvía a soltar –
Anahi: no me voy he dicho y se necesitaran muchas más como tu para que me saquen – le decía cruzando sus brazos sobre su pecho que estaba sólo cubierto por su sujetador –
Dulce: como quieras – Dulce se abalanzó sobre Anahi y con la ventaja de ser más alta la levantó del piso para llevarla hasta la puerta a lo que Anahi luchaba dando golpes y patadas, logrando que con una de esas le diera en la nariz de Dulce provocando que la soltara y se alejara bastante adolorida – auch creo que me rompiste la nariz, demonios mujer estas loca
Anahi: lo siento Dulce, déjame ver por favor…..Dulce por favor, fui una estú.pida, sólo déjame ver y te prometo que me voy….- lo hizo acercándose a ella y haciéndola sentar en una de las cajas le vio la nariz – ay mujer no me acordaba lo cobarde que eres, si no es nada – le dijo dándole una sonrisa y acercándose peligrosamente más a su cara mientras miraba con detenimiento esos ojos marron que la miraban, y podrían haber parecido horas las que se quedaron contemplándose, pero en realidad fueron segundos, en los que Dulce sin dejar la vista fija en esos ojos azules le acomodo el mechón de pelo sostenido en su rostro y con un roce casi casual tomándola del mentón la acercó a su boca y a sus labios, y así volvía a besar a la mujer que según ella la engaño, que la había hecho sufrir, que la mantuvo en un segundo plano por años, que nunca le dedico tiempo ni vida, y aún asi y con todo eso, se dejó llevar, por el fuerte batir de sus latidos en su pecho, por el aroma que esa mujer emanaba, por esos labios carnosos que la llamaban pero más que por todo eso, por esa mirada que no había cambiado y que seguía siendo la misma de esa primera noche que se amaron.