Mackenzie y la piedra filosofal | [MEH #1]

Capítulo 9: Casi me quemo viva

Habían pasado los días y podía decir que estaba muy feliz por estar en Hogwarts. Las clases eran entretenidas, me había ido bastante bien en los exámenes y los entrenamientos subían mis ánimos; bueno, excepto porque tenía la sensación de que a Angelina Johnson, una amiga de Fred y George, le caía mal ya que parecía estar muy pendiente de mis fallos y no de mis cualidades, por así decirlo. Créanme, intenté no darle tanta importancia, ignorarla y tampoco hacer ninguna clase de comentarios sarcásticos de los míos. Simplemente, no le decía nada porque pensaba que solo era algo que estaba en mi cabeza, pero no era la única que estaba notándolo.

- Oye, ¿Angelina y tú no se llevan bien o...? - me preguntó Oliver Wood antes de salir al campus para el entrenamiento de hoy.

- Oh, no, no es nada, seguro que es broma - le quité importancia.

La verdad era que yo quería que Wood olvidara que ella estaba siendo algo extraña conmigo, sin saber la razón, porque lo único que me faltaba era que pensara que yo tenía algún problema con una de las cazadoras del equipo.

- Buenos días, Oliver - de repente, Angelina estaba detrás de nosotros, acercándose. Se detuvo para mirarme de arriba a abajo. - ¿Estás segura de que ese uniforme no te queda un poco grande? Pareces un malvavisco.

Ante la falsa risa de Angelina, apreté mis labios, conteniendo la paciencia. Debo admitir que también no me atrevía a contestarle ni a defenderme ya que ella era más grande que yo y también era muy conocida en Hogwarts, es decir, una chica popular. No quería meterme con ella. Yo no le estaba haciendo nada malo, así que no tenía por qué sentirme culpable.

Wood me echó una mirada de reojo para después dirigirse a ella.

- Ve a dar cinco vueltas, Johnson.

Ella se montó en su escoba, revoleando los ojos y haciendo lo pedido por el capitán.

Antes de que Wood pudiera decir algo más al respecto, sentí unos brazos alrededor de mis hombros. Cuatro manos.

- ¿Cómo está nuestra americana favorita? - preguntó George.

- ¿Qué es esa cara de "me han robado mis dulces" de hoy? - continúo Fred.

Suspiré, intentando sonreír, y me giré hacia ellos.

- Vamos, les juego una carrera.

- ¡Cinco vueltas volando, ya! - anunció Oliver.

- El último en llegar recibirá el castigo elegido por los ganadores - alcé las cejas ante sus miradas de diversión.

- Trato - dijeron al unísono.

Saludé a Harry que había llegado recién y comencé a volar. Al principio, Fred iba a la delantera, riéndose y haciendo muecas como un payaso. Di un impulso, inclinando mi cuerpo hacia delante y me apresuré a llegar a él en la segunda vuelta.

- ¡Oye! - exclamó cuando lo pasé rozando con una risa.

De los tres, iba primera. Adelante mío iban Katie y Harry. Mantuve mi velocidad por dos vueltas enteras mientras los gemelos se peleaban por quien ganaba el puesto de quien. Pensé en que podría ser el castigo si ganaba, pero me distraje cuando alguien voló por mi lado y sentí cómo tomaban la parte trasera de la escoba y tiraba hacia abajo. Me tambaleé por unos segundos, aferrándome para no caer. Y vi cómo Angelina me guiñaba un ojo cuando estuvo delante de mí.

- ¡Adiós, Mackenzie! - gritó Fred, pasándome sin siquiera notar lo que había ocurrido.

George llegó a donde me encontraba y frunció el ceño al preguntarme: