Capítulo 16: Debo resolver esto

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A pesar de que no volvimos a buscar el Espejo de Oesed ni Harry ni yo, el recuerdo de la figura que había observado continuaba en mi mente, y en mis sueños también. No dejaba de pensar cómo aquello podía ser el deseo más profundo de mi corazón. Si mamá se enterara, no sé qué ocurriría, pensé. Transcurrieron tantos años desde que él se fue que es algo inevitable no pensarlo, no imaginar como hubiera sido mi vida de la infancia si el hubiera estado allí. Al ver a mi padre en el espejo, tuve el sentimiento de que fuese él, pero no estaba segura hasta que Albus Dumbledore lo confirmó. Tal vez no tenía ese aspecto en ese momento, tal vez mi deseo lo idealizó mucho, tal vez solo imaginé que me sonreía cuando no era real.

Decidí tomar un pergamino y mi pluma y sentarme en una de las ventanas en el patio mientras nevaba. La segunda semana de vacaciones había dado su comienzo y se sentía el frío helado, pero a su vez era agradable estar fuera. Miré el pergamino y luego mis manos. Estaba demasiado nerviosa estos días: mis supuestos poderes, mi padre desconocido, mi mezcla de sentimientos y emociones. Necesitaba expresarme de alguna manera que pueda sentirme liberada y poder respirar tranquilamente al fin.

Así que comencé a escribir una carta a mi padre, de esas que jamás enviaba, pero siempre conservaba.

Hola, papá,

Soy yo de nuevo. Hace un tiempo que no te escribo; creo que la última carta fue antes de que comenzara Hogwarts. Pues, te iré contando las cosas que ocurrieron.

En primer lugar, entré en Gryffindor, soy una leona, ya sabes, la casa roja y amarilla. La verdad es que estoy muy feliz con eso, muy satisfecha. Me gustaría saber a qué casa has pertenecido, espero que algún día puedas decirme. Y también hice amigos. Sus nombres son Harry Potter, Hermione Granger y Ron Weasley. Mi hermano, Dean, está muy bien también. ¿Sabes que siempre intenté imaginar si él y tú se llevarían bien? En fin, las asignaturas están muy interesantes, menos Herbología (¿a quién le gusta llenarse de tierra?). Mi favorita es Encantamientos, aunque Pociones es entretenida, lo sería más de no ser si Snape no tendría esa cara de amargado, pero bueno. Por cierto, entré al equipo de Quidditch. Soy cazadora

Lo demás que te contaré es sobre mí. Digamos que me venía sintiendo mareada unos días desde octubre y tuve fiebre. Pero, días después, de la nada, fuego salió de mis manos. Sí, de forma literal. Parece que tengo control sobre él y estuve intentando practicar... digamos... encender y deshacer. A veces, estoy nerviosa, muy tensa, y tengo calor y frío a la vez. Me mareo y me desequilibrio, y la verdad es que no sé qué hacer al respecto. Quisiera contarle a mamá, pero algo me dice que no lo haga, no por ahora. Y tengo miedo, cosa que no es tan propia en una Gryffindor. Tampoco sé muy bien por qué te lo cuento a ti si ni siquiera envío estas cartas; supongo que solo lo hago porque sé que no las leerás.

Una última cosa es que, junto a Harry, hallamos un espejo mágico llamado "Espejo de Oesed". Nos mostraba el deseo más profundo de nuestro corazón. Si soy parecida a ti en personalidad, adivinaría que al decirte esto te reirías. La cosa es que te he visto en el espejo, o bueno, a la versión que proyecto de ti. Se sintió tan extraño y tan extraordinario que a la vez me alegró y me entristeció. No sé, papá, simplemente ya no sé nada, al parecer, nunca lo supe.

Tu hija,

Mackenzie.

Guardé la carta en mi bolsillo para después colocarla en la caja que tenía. La segunda semana de vacaciones dio su comienzo y hoy era el último día del año. Me quedé un momento mirando la nieve caer, abrazándome para tomar calor. Harry estaba algo distante; era evidente que le afectó ver a sus padres, y entendía si quería un espacio solo (aunque Ron lo perseguía por todos lados).

Mackenzie y la piedra filosofal | [MEH #1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora