Capítulo 5: Noticias, cartas y cosas extrañas

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- Atrás, Fang, atrás. 

La gran cara peluda de Hagrid apareció al abrirse la puerta de su cabaña a la que fuimos correteando, bajando las colinas.

- Entren - dijo con una sonrisa. - Atrás, Fang. 

Nos dejó entrar, tirando del collar de un imponente perro negro.Había una sola estancia. Del techo colgaban jamones y faisanes, una cazuela decobre hervía en el fuego y en un rincón había una cama enorme con una manta hecha de remiendos. 

- Están en su casa - dijo Hagrid, soltando a Fang, que se lanzó contra Ron ycomenzó a lamerle las orejas mientras él ponía cara de sufrimiento. 

Reí por instinto, acariciando al perro.

- ¿Te parecen deliciosas las orejas de Ron? Eres un perro con gustos raros - Ron largó una carcajada por mi comentario al igual que Harry. - Yo tenía un perro que lamía mis tobillos, vaya uno a saber el por qué.

- Estos son Mackenzie y Ron - nos presentó Harry a Hagrid, que estaba volcando el agua hirviendo en unagran tetera y sirviendo pedazos de pastel. 

- Otro Weasley, ¿verdad? - dijo Hagrid, mirando de reojo las pecas de Ron. - Me he pasado la mitad de mi vida ahuyentando a tus hermanos gemelos del bosque. 

Él asintió, algo apenado.

- Mackenzie, ¿Edevane? - inquirió con una ceja alzada.

- Sí - asentí con una sonrisa amable.

- Recuerdo a tu madre, ¿cómo se encuentra?

- Bien, en casa, preguntándose por qué no he quedado en Slytherin supongo.

- Ya... - rió Hagrid. Notaba que me miraba con intriga como si quisiera preguntarme algo que en realidad no debía nombrar. - Entonces, utilizas su apellido.

- Sí... Bueno, es que mi padre no está presente y...

- Entiendo - lo dijo como si de verdad supiera de lo que estoy hablando.

Decidí no preguntar al respecto y comenzamos a comer pastel. El pastel casi nos rompió los dientes, pero Harry, Ron y yo fingimos que nos gustaba,mientras le contábamos a Hagrid todo lo referente a las primeras clases. Fang tenía lacabeza apoyada sobre la rodilla de Harry y babeaba sobre su túnica. 

Mi risa resonó en la cabaña al oír que Hagrid llamaba a Filch «ese viejobobo». 

- Y en lo que se refiere a esa gata, la Señora Norris, me gustaría presentársela undía a Fang. ¿Sabéis que cada vez que voy al colegio me sigue todo el tiempo? No mepuedo librar de ella. Filch la envía a hacerlo. 

Harry le contó a Hagrid lo de la clase de Snape. Hagrid, como Ron y yo, le dijo a Harryque no se preocupara, que a Snape no le gustaba ninguno de sus alumnos.

- Pero realmente parece que me odie - apuntó Harry.

- ¡Tonterías! - le quitó importancia Hagrid. - ¿Por qué iba a hacerlo?

- Es un vampiro amargado - le dije a Harry, apoyando mi mano sobre su brazo. - ¿Se dieron cuenta la oscuridad de esa clase?

Harry sonrió tímidamente.

- ¿Y cómo está tu hermano Charlie? - preguntó Hagrid a Ron, cambiando de tema, algo nervioso. - Me gustabamucho, era muy bueno con los animales. 

MientrasRon le hablaba a Hagrid del trabajo de Charles con los dragones, Harry tomó el recortedel periódico que estaba sobre la mesa. Me arrimé a él para leerlo. Era de El Profeta. 

RECIENTE ASALTO EN GRINGOTTS

Continúan las investigaciones del asalto que tuvo lugar en Gringotts el 31 dejulio. Se cree que se debe al trabajo de oscuros magos y brujas desconocidos.Los gnomos de Gringotts insisten en que no se han llevado nada. Lacámara que se registró había sido vaciada aquel mismo día.«Pero no vamos a decirles qué había allí, así que mantengan las naricesfuera de esto, si saben lo que les conviene», declaró esta tarde un gnomoportavoz de Gringotts. 

Mackenzie y la piedra filosofal | [MEH #1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora