Capítulo 11: Leones vs Serpientes

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Mackenzie,

Recordé que mañana sería tu primer partido de Quidditch y quería desearte las mejores de las suertes, hija. Es asombroso que hayas entrado en primer año y hayas sido escogida por la profesora McGonagall. A mí me ha costado mucho a decir verdad para entrar al equipo de Quidditch en Slytherin, no sé si algún día te he contado esa historia. 
No nos escribimos tan seguido como lo hubiera imaginado, pero estoy feliz de tus logros, sabes que cualquier asunto o problema que surja estoy aquí.
Jesse te pide que le dediques un punto cuando anotes, confía en ti como yo.

Te quiere,
Tu madre.

Cuando empezó el mes de noviembre, el tiempo se volvió muy frío. Las montañascercanas al colegio adquirieron un tono gris de hielo y el lago parecía de acerocongelado. Cada mañana, el parque aparecía cubierto de escarcha. Por las ventanas dearriba veía a Hagrid descongelando las escobas en el campo de quidditch, enfundadoen un enorme abrigo de piel de topo, guantes de pelo de conejo y enormes botas de pielde castor. 

Iba a comenzar la temporada de quidditch. Aquel sábado, Harry y yo jugaríamos el primerpartido, después de semanas de entrenamiento: Gryffindor contra Slytherin. SiGryffindor ganaba, pasaríamos a ser segundos en el campeonato de las casas.

Hermione se había vuelto un poco más flexible en lo que se refería a quebrantar lasreglas, desde que Harry y Ron nos ayudaron con lo del trol que se apareció en Halloween, estábamos los cuatro la mayor parte del tiempo juntos. 

Eldía anterior al primer partido Harry, Hermione, Ron y yo estábamos fuera, en el patio helado, duranteun recreo, y Mione había hecho aparecer un brillante fuego azul, que podíamos llevarcon nosotros, en un frasco de mermelada. Estábamos de espaldas al fuego para calentarnos cuando Snape cruzó el patio. Snape cojeaba por alguna razón.Los cuatro tapamos el fuego, ya que no estábamos seguros de queaquello estuviera permitido. Por desgracia, algo en nuestros rostros culpables hizo detener aSnape. Se dio la vuelta, arrastrando la pierna. No había visto el fuego, pero parecíabuscar una razón para regañarnos. 

- ¿Qué tienes ahí, Potter? 

Era el libro de "Quidditch a través de los tiempos" que Hermione le había prestado. Harry se lo enseñó. 

- Los libros de la biblioteca no pueden sacarse fuera del colegio - dijo Snape. - Dámelo. Cinco puntos menos para Gryffindor. 

- Seguro que se ha inventado esa regla - le murmuré a Harry, mientrasSnape se alejaba cojeando.

- Me pregunto qué le pasa en la pierna - dijo él.

- No sé, pero espero que le duela mucho - dijo Ron con amargura. 

El sábado, el Gran Salón estaba decorado por tapices de Gryffindor y Slytherin. Había alumnos que estaban pintados de sus colores y llevaban gorros, banderas y carteles para alentar a sus equipos.

- Tienes que tomar algo, Harry, te vas a deshidratar - le decía Hermione.

Lo miré a Harry, y luego miré los cinco vasos de agua que me había tomado. Él no tenía definitivamente nada, ni un solo vaso.

- Ella tiene razón, tienes que hidratarte - le dije, asintiendo.

- Pero no tengo ganas - respondió Harry.

- Créeme, te hará mejor.

Él frunció los labios, me echó un vistazo y pareció que lo había convencido.

- Bien - y se sirvió agua para beberla.

- Potter, Edevane, - apareció Snape de atrás. - buena suerte hoy en el partido. Aunque, después de haber derrotado a un troll de las montañas, esto será pan comido.

Mackenzie y la piedra filosofal | [MEH #1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora