No debí hablarte, ahora si fallé, fue un gran error. Ya había superado lo de estar pendiente del estúpido celular, ya no hablo con nadie, ni con mi mejor amiga que no te cae muy bien, te lo dije y dijiste que era lo mejor. Error, nadie está por encima de ella, esto es momentáneo, ahora simplemente estoy alejada de todos.
Cuando había decidido que no hablaríamos por lo menos en una semana más (aunque estaba deseando resistir más tiempo), me enviaste una foto de tu polo nuevo, salía el colgante que te regalé, no puedo evitar notar que lo usas mucho. O te gusta bastante o no tienes más collares, pero me gusta que lo uses, quizás alguna vez pienses en mí cuando te lo pones.
Esta noche tenía que salir, así estaba planeado. No quise. Tengo una lista de "Cosas que hacer para curarme" y en esa lista esta que tengo que cogerme a alguien de una puta vez (una vocecita interior me dice como podrías juzgarme si lo hago, como me juzgaría cualquiera, me importa un comino). Esta noche pudo ser la noche, pero la verdad, es que al final en la única cama que iba a querer estar, iba a ser en la tuya, no podría, regresaría a casa algo ebria y frustrada. O tal vez no, tal vez ese bajista algo apático conseguiría quitarte de una vez de mi cabeza, poco probable, pero valía la pena intentar. No voy a conseguir nada si ni siquiera lo intento.
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Día 100
RandomEsto no es una novela, tampoco es ficción. Esto son solo palabras de una chica que ama locamente a un chico y no sabe cómo vivir sin él... Corrección, no quiere vivir sin él. Sí, esa chica soy yo.
