Un día de mierda, un día en el que taché algo de mi lista.
Me levanté temprano, me bañé y fui en una neblina mental a ver a ese sujeto que no se compara a ti. Es lindo, divertido, antipático. Él mismo se llamó odioso, desearía que no lo hubiera hecho. Fuimos a su departamento y le di lo que se supone que tengo que darle para que no se vaya. Creo que puede verse como un intercambio justo, yo le doy sexo y él me da compañía.
No sentí nada, no podía dejar de pensar en que tus manos me harían temblar, tus besos me convertirían en agua, tus simples jadeos me llevarían al clímax... Pensaba en que solo te quiero a ti.
Me fui y en lugar de regresar a mi casa, caminé cerca de ti, quería verte, quería saber porque te sigo eligiendo a ti. Te hablé, ya ni recuerdo que excusa usé para pedirte que nos viéramos, pero otra vez me dijiste que no, la desilusión fue grande.
Mis intentos de olvidarte siempre salen mal, él es solo un idiota más y yo lo sabía, sería injusto estar con alguien que se pueda enamorar de mí, porqué yo no podría enamorarme de él. Pero no pensé que pudiera ser tan imbécil como para sacarme el número de mi mejor amiga y querer ligar con ella, o eso supongo yo, sino ¿Para qué más? Te conté que eso había pasado hoy, te conté lo indignada que estaba, solo quería un tema de conversación, pero pareció importarte un comino y el problema de pronto parecía ser que estuviera saliendo con alguien. El que eso te molestara me parecía bastante ilógico, entonces solo traté de quitar la idea de mi cabeza. Te necesito y no estás, odio que no estés.
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Día 100
RandomEsto no es una novela, tampoco es ficción. Esto son solo palabras de una chica que ama locamente a un chico y no sabe cómo vivir sin él... Corrección, no quiere vivir sin él. Sí, esa chica soy yo.