Día 32

14 2 0
                                    

No es que ya no te quiera, no es que ya no anhele tus besos, tus manos, tu piel. Aún pienso en ti, te imagino besando mi cuello, bajando por mis pechos, deslizándote por mi ombligo y luego... más abajo. Pero desear algo que no puedo tener es como morir lentamente.
Entonces solo puedo olvidarlo, desecharlo, sacarlo de mi cabeza. Sigo intentando.
Soy débil a tus pretensiones, pero las cosas se sienten muy diferentes ahora, no tardarás en encontrar a alguien que cumpla tus caprichos.
Para ti es sencillo, pero te aburres rápido. Sería muy estúpido de mi parte caer otra vez en lo mismo, confiar en ti solo para que me despedaces el corazón una vez más y sin previo aviso.

Día 100Donde viven las historias. Descúbrelo ahora