Día 66

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El día ha pasado como una película borrosa. Fiebre, escalofríos, nauseas, vómitos. Y yo tan sola aquí, me siento tan débil y vulnerable al estar enferma y no tener a nadie que cuide de mí, siento que podría morir y encontrarían mi cadáver una semana después. Sí, también me pongo muy dramática.

Te necesité tanto y tú no estabas, tan solo te tengo al otro lado de la pantalla y ni eso pude tener está vez.

No pude hacer otra cosa más que dormir, o más bien, intentar hacerlo, pero la fiebre convertía todo en una tortura. Mis sueños no parecían sueños, tampoco diría que eran pesadillas, eran una suerte de epifanías con un fondo abstracto. Te vi a ti con ella, imágenes y sentimientos, no me preguntes cómo es qué vi los sentimientos, pero los vi. Tengo todavía una imagen muy clara, tu mano sobre tu rodilla y su mano sobre la tuya, para cualquier persona tal vez esa imagen sea nada, para mí significa mucho. En cualquier momento, en cualquier situación a quien quieres y a quien necesitas es a ella. También para cualquier persona todo eso no sería más que una alucinación febril, pero vamos... sabes que no soy cualquier persona.

Me despertaba sudando y con demasiada sed, pero ir hasta la cocina se sentía como viajar por el limbo, lloraba de frustración.

Quise convencerme de que mi cerebro simplemente había escogido algo con que torturarme, que mis visiones no significaban nada, en el fondo sabía que eso no es posible conmigo, pero era lindo creer que sí podía ser así.

Te busqué una vez más y ahí estaba el jaque mate, en tu perfil se lucía una foto tuya con ella, quise saber que significaba eso, no obtuve respuesta.

Mi hermana me salvó de mi muerte lenta, con pastillas y unas compresas frías, la fiebre abandonó mi cuerpo ¿Dormir? ¿Qué es eso? Yo quiero respuestas.

Día 100Donde viven las historias. Descúbrelo ahora