Vino mi mejor amiga a visitarme, preparamos algo de comer y luego salimos a comprar ron y gaseosa, nuestro carti inseparable.
Nos pusimos a beber sin ninguna razón, o más bien, siempre hay una razón por la cual beber.
No me hablabas, me ignorabas, eso me pone paranoica. Comienzo a crear teorías y laberintos en mi cabeza.
Hoy por la mañana me llegó un paquete de serpost, de esas cosas que compro por internet, una de esas cosas era un regalo para ti. En realidad tengo muchos regalos, si veo algo que me gusta para ti, lo compro. Si tú y yo sobrevivimos hasta tu cumpleaños tendrás una bolsa sorpresa llena de regalos. Te mostré ese en especial porque sabía que te iba a gustar mucho (un collar con el dije de Batman), yo no te compro cosas para agradarte, lo hago porque realmente me gusta hacerlo, me hace feliz. Yo te daría tanto, te daría todo.
Me desperté por la madrugada y en esa extraña nube en la que suelo estar apenas me despierto, te pregunté si te molestaba que tome, que idiota fui ¿Qué me importa? ¿Qué más da si te molesta? Y en todo caso ¿Por qué te molestaría? Pero el punto es que sí me importa, y ya en otras ocasiones te has molestado por estar ebria, pero no lo dirás, simplemente estarás molesto y no me dirás por qué.
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Día 100
RandomEsto no es una novela, tampoco es ficción. Esto son solo palabras de una chica que ama locamente a un chico y no sabe cómo vivir sin él... Corrección, no quiere vivir sin él. Sí, esa chica soy yo.