Paso casi todos los días en la posta médica, no sé por qué. Mi vacío existencial lo lleno con médicos y con comida (eso último tal vez sea por el remedio que me dio mi mamá, me da demasiada hambre).
No tengo anemia, le gané la apuesta a mi madre, sé que no como mucho, pero sé que como, ya deberían darme mi diploma en nutrición.
Tuve cita en obstetricia también, la doctora me dijo que moriría sola como un perro, bueno, no... Pero sí. Solo porque le dije que no quería tener hijos nunca, si esta sociedad te impone que por ser mujer tienes que ser madre, me importa una mierda, ya bastante me cuesta mantener a mis gatos. Ni siquiera entiendo para qué estoy viva ¿por qué traería otra vida al mundo? es ilógico.
Me preguntó si me cuidaba y le dije que no, debió preguntarme si cogía, entonces me ponía a llorar y entendería por qué no me cuido, como sea me regaló condones, pero por montones, los conté, 40 en total.
Fue frustrante no poder contarte eso, enviarte la foto de todos los condones hubiera sido divertido, te daría algunos incluso, siempre te he dicho que te cuides. Son necesarios, aunque a mí no me gustan, realmente los odio, lo sabes, "Entonces no los uso" dijiste una vez, tarado, no es tan simple, no deberías tomarlo a la ligera, yo estoy sana, lo sé ¿pero tú qué sabes? No deberías ser tan confiado.
Te odié por no estar, te odio porque hay tantas cosas que quiero contarte y tú solo no estás, y odio más no poderte odiar de verdad.
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Día 100
RandomEsto no es una novela, tampoco es ficción. Esto son solo palabras de una chica que ama locamente a un chico y no sabe cómo vivir sin él... Corrección, no quiere vivir sin él. Sí, esa chica soy yo.