Odio quedarme en mi casa, no importa cuántas cosas haga, estas martillándome en la cabeza.
Y me siento mal, porque no hay ninguna maldita forma de saber si estoy haciendo algún daño, entonces solo asumo que lo hago y me siento mal. Sigo escribiendo y sigo publicando aunque eso me llene de ansiedad. Yo no puedo dañar a las personas, eso me intoxica y no hay antídoto, se siente como humo en mis pulmones. No soy una mala persona, nunca podría considerarme así y no es vanidad. Jamás lastimaría por simple capricho.
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Día 100
RandomEsto no es una novela, tampoco es ficción. Esto son solo palabras de una chica que ama locamente a un chico y no sabe cómo vivir sin él... Corrección, no quiere vivir sin él. Sí, esa chica soy yo.