Día 24 "Haciendo las pases después de una pelea".

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Josuke Higashikata, el joven joestar que ahora lucía muy lamentable, no había dormido en dos noches desde que termino con Rohan, y vaya que el mencionar al mangaka se había convertido en tabú.

Pues en esos días sus amigos al hacer siquiera la mínima mención sobre este, notaban como se tensaba, se ponía cabizbajo y a veces sin poder evitar que sus lágrimas lo delataran.

Intentaron animarlo, pero no lo consiguieron, solo lograban ponerlo peor.

Terminaron las clases, a pesar de que querían acompañarlo a casa, como si de sus padres se tratarán, no lo consiguieron, pues el ojipurpura quería pasar tiempo a solas.

Caminaba por las calles de morioh, hasta que sus pies lo llevaron a la estación, había mucha gente bajando de los autobuses, cosa que no noto por estar perdido en sus pensamientos.

Pues aún no podía creer que terminaron, sus ojos estaban poniéndose acuosos, estaba sintiéndose muy mal de nuevo.

Y lo pensó, quería reconciliarse con él, pero tenía mucho miedo de que lo rechazará y no sabía qué hacer.

Tanto así que choco accidentalmente con una persona, a la cual empujó y que estaba a punto de caerse, de no ser porque reacciono rápido y lo tomo del brazo.

-Lo-lo siento-.

Y la vida no podría ser más injusta, pues tenía del brazo a quien le había roto el corazón, pero que a pesar del dolor no podía dejar de amarlo.

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Kishibe Rohan un extraordinario mangaka que ahora se encontraba con grandes ojeras, irritado, de mal humor y con los ojos hinchados.

Pues por primera vez en su vida, había estado llorando demasiado, se sentía muy lamentable y estaba desecho.

Ni siquiera había trabajado en su manga, no tenía inspiración ni deseos de nada.

Lo único que pasaba por su mente era el rostro del joestar, sus labios, esos que le besaron tantas veces, sus brazos que le sostuvieron en la cama, su sonrisa que le transmitía calidez y paz a su alma.

Y allí estaban de nuevo, sus lágrimas, ya se sentía cansado de llorar, ni siquiera tenía apetito para la comida.

Pensó en lo mal que había tratado al joestar, sabía que él tenía la culpa, y sabía que debió haber sido más honesto.

Debió haberle dicho que sí estaba celoso, debió decirle que solo lo mirara a él, debió exigirle que rechazara a esas mujeres.

Pero no, Kishibe Rohan siempre tenía que hacer las cosas más difíciles.

Quería que lo perdonará, pero ¿cómo podría? Después de cómo lo trato, con qué cara lo miraría, no sabía cómo enfrentar al ojipurpura y tenía miedo, miedo de que lo rechazara.

Había estado solo en casa, pero ese día tenía ganas de disfrutar un poco el aire fresco, por lo que salió a caminar, así hasta llegar a la estación.

Había mucha gente, y eso era algo que le molestaba demasiado, pues lo que el necesitaba era pensar con claridad, paso entre algunas personas y por esquivar a una señora un joven choco con él, casi tumbándolo al suelo, pero eso no sucedió, ya que el joven de aspecto conocido lo tomó del brazo.

-Lo-lo siento-.

-Jo...suke-. Sus miradas se encontraron, como si el tiempo se hubiese detenido entre ellos.

-Rohan-. Oh, cuánto había anhelado escuchar su nombre con esa dulce voz.

Ninguno decía nada por miedo, no sabían que decir, pero sabían que si no se daban prisa quién sabe cuándo volverían a verse de nuevo, pues ambos pensaban que no querían verse.

Reto 30 Días(JosuHan)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora