Día 18 "Haciendo algo juntos".

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- ¡Te dije que no te muevas! -.

-Lo siento, pero esto es muy difícil-.

-Tú fuiste el que dijo que quería ayudarme-.

-Lo sé, pero no pensé que fuera tan cansado-.

-Oh vamos, Higashikata josuke puedes pelear contra usuarios stand muy fuertes, pero no puedes hacer una pose sencilla-.

-Eres al único demente al que se le ocurre algo así-.

-Y por algo soy el gran Kishibe rohan, por eso la gente ama mi trabajo-.

- ¿No puedes cambiarlo a algo más sencillo? -.

- ¿Disculpa? Sino quieres seguir entonces vete, sólo quería ver la forma de los músculos y de la piel, pero veo que es demasiado para un estudiante tonto y sin conocimiento artístico como tu-.

-Tch, bien, bien lo hare ¿pero acaso una fotografía no te funciona? -.

-Si, es cierto que me sirven, pero en este caso puedo explorar mejor los ángulos y apreciar mejor los detalles-.

Josuke se encontraba en un sillón con el torso desnudo y un pantalón entubado que se le ajustaba a sus piernas tipo strech, estaba un poco recostado con las piernas abiertas pero sin perder la forma de estar sentado, una la mantenía tocando el suelo y la otra la posada sobre el mueble dejando a relucir su entrepierna, en el cual se le marcaba su bulto, su mano derecha la mantenía en su nuca con esta hacia peso levantando su cabeza y la izquierda la mantenía extendida mientras la recargaba sobre el respaldo del sillón.

-En verdad te pareces al fauno Barberini, aunque aún te falta más elegancia-.

-Oh, vamos es lo mejor que puedo hacer-.

-jajaja pues entonces podrías desnudarte y así replicar exactamente la gran escultura y no solo conformarme con tu pose a medias-.

-D-de ninguna manera, ¡eso jamás! -. La escultura de la que rohan hablaba era de un hombre que se encontraba completamente desnudo y sin vergüenza alguna mostraba sus genitales en una pose que reflejaba total tranquilidad y confianza.

-Bien, pues deja de quejarte-.

-Esto es muy vergonzoso-.

Al ojipurpura le costaba trabajo mantener la pose y la razón por la que había aceptado era porque rohan se lo estaba pidiendo a otro tipo, lo cual le hizo sentirse celoso, pues el hecho de que el tipo estuviese semi desnudo delante de su rohan no le agradó para nada.

Rohan dibujaba cada ángulo que le gustaba, se movía alrededor de josuke como asechándolo, incluso tocaba parte del cuerpo del joestar para apreciar cada forma, vena y músculo.

Ver al joven joestar de esa forma le causaba un hormigueo en el estómago, sentía como se le hacía agua la boca ¿se lo estaba saboreando? Si, definitivamente Kishibe rohan quería devorarse a ese chico o tal vez, lo que él deseaba era ser devorado por el precioso fauno delante de sus ojos.

- ¿Por qué tan serio sensei? ¿Acaso no le gusta lo que ve? -. El ojipurpura pensó que sería buena idea molestar al ojiverde, pues le causaba gracia verlo tan concentrado y así él se quitaría un poco de la pena que sentía.

- ¿Mmm? ...No me hables-.

- ¿Me estás dibujando como a una de tus chicas francesas? -. No pudo evitar decir esa frase que tanto había visto en una película, ya que el momento le pareció perfecto y una sonrisa surco sus labios.

-Pff, deja de molestar rose-. alzo su mirada para encontrase con los orbes púrpuras y los dos estallaron en sonoras risas que les hizo sujetarse sus estómagos, Rohan había dejado caer su block y su lápiz al suelo y josuke se había acomodado en el pequeño sillón.

-Solo no vayas a cortarte de nuevo el dedo-. dijo el joestar ya un poco más tranquilo. -La última vez que reímos tanto te hiciste daño a ti mismo-.

-De quien fue la culpa-. el ojiverde se acercó al joestar agachando su cabeza a la altura de su rostro, mientras este lo veía y sonreía.

Se dieron un dulce beso que más bien se había sentido como un roce de dos pétalos y luego se dieron otro que duro un poco más de 3 segundos y otro más que se volvió intenso y apasionado.

Josuke jaló a rohan hacia él, acomodándolo a su lado en el pequeño sillón, se envolvieron en un abrazo y rohan dejo salir una pequeña risita de sus labios.

-Que te da gracia ahora-. el joestar hizo un leve puchero.

- ¿Quieres que recreemos la escena del carro? -. sonrío maliciosamente y bajo su mano derecha a la entrepierna del joestar.

- ¡S-si! -.

-Bien, entonces vamos-.

- ¿En verdad lo haremos en tu auto? -.

- ¿Ya te arrepentiste? -.

-No-.

Y sin más los dos se encaminaron a un encuentro apasionante, un auto que se llenó de risas, gemidos, vapor y una mano puesta en el cristal que no tardó en ser acompañada de otra que la envolvía.

Mientras tanto en el estudio quedaron regados los bocetos del joven joestar y una fotografía del fauno Barberini, un estudio que ahora se encontraba vacío pues momentos como esos no se vivían todos los días.

Reto 30 Días(JosuHan)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora