Día 29 "Haciendo algo dulce".

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Estaba en la cocina lavando trastes, quien diría que el gran kishibe rohan terminaría haciendo esa clase de cosas, como las tareas del hogar. Limpiar, lavar, fregar y cocinar eran una de tastas cosas que el hacía, aunque el no siempre se encargaba de todo eso, pues tenía a un grandioso esposo que le ayudaba en casa. Estaba perdido en sus pensamientos, que no noto la presencia del intruso.

Unas fuertes manos le sujetaron sus caderas, al girar su rostro encontró al dueño de dicho agarre, el cual le sonrío al verlo.

Sus orbes se encontraron, así como sus labios, un beso que empezó lento y poco a poco se intensificaba, sus lenguas se tocaron de manera juguetona. Las manos que le sujetaban se deslizaron debajo de la camisa buscando camino hasta los pezones ya erectos con los cuales empezó a jugar. Empezo a rozar su cadera con la entrepierna de su esposo. El beso se detuvo para luego pasarse a su cuello. Suaves caricias le fueron repartidas por todo su cuerpo. Dejo de lavar trastes para concentrarse en la deliciosa sensación que sentía.

Sus gemidos empezaban a inundar la cocina, cada vez se hacian mas fuertes hasta que la voz de su amado llamó su atención.

-Shh, que tal si los niños nos escuchan-.

-I-idiota, ellos están en la segunda planta-.

-jejeje-.

-De que te ríes-.

-Es como si estuviesemos haciendo alguna travesura-.

- ¿Y acaso no lo hacemos?, después de todo vamos a tener sexo en la cocina-.

- ¿Así que lo haremos aquí? -.

-Bueno, es lo que tu entrepierna y mi trasero desean-.

-Eres un pervertido sensei-. Le dio una mordida al lóbulo de rohan, beso y mordió cada parte de su oreja y su cuello se tornó rojo, pues era una de sus partes mas sensibles.

-Mmm...m-mi oreja-. Solto un agudo gemido para luego recargarse sobre el lavabo, arqueando su espalda mientras sus glúteos se pegaban mas a la erección ya despierta de su esposo.

-Rohan...-. Gruño restregandose mas al trasero de su esposo, empezaron un vaivén muy erótico, las caderas del ojiverde se movían en sintonía a los del ojipurpura.

Los dos empezaban a gemir, las manos del joestar se dirigieron al pantalón del ojiverde, tenían que deshacerse de la ropa que les estorbaba, pero justo en ese momento una voz los sacó de su travieso juego.

- ¡Oh, por dios! -. Grito un muchachito muy asustado, como si de una pelicula de terror se tratara.

- ¡Ry-Ryohei-. Josuke se alejó inmediatamente de rohan, pues les habían atrapado en su travesura. Rohan solo se reía de lo gracioso de la situación.

- ¡Tienen su habitación por dios! -. Gritaba ryohei muy alterado por lo que habia presenciado.

Rohan se acomodaba su ropa para luego seguir lavando los trastes como si nada hubiese pasado.

- ¿Qué es lo que sucede? -. Nanase se acerco a su hermano quien tenía el rostro sonrojado, pero con una expresión de enojo.

-Tch, los sorprendí queriendo follar en la cocina-. Apunto su dedo acosadoramente hacia sus padres quienes solo se miraron entre ellos. Josuke estaba muy avergonzado y a rohan claramente parecía no importarle.

- ¿Otra vez? -.

- ¿A qué te refieres con otra vez? -

-Ayer ellos tuvieron sexo aquí mismo, precisamente en el lugar en el que estas parado-. Nanase siempre solía decir las cosas como si fuera de lo mas natural, el conocía bien a sus padres y sabia lo mucho que se querían, por lo que ni se inmutaba ante las muestras de afecto de ellos. Ni siquiera se asustaba con lo que veía.

- ¡No puede ser! -. Inmediatamente se quitó de dónde estaba - ¿hay tan siquiera un rincón de la casa en el que no hayan tenido sexo? -.

- ¡Ryohei! -. Llamo josuke un poco alterado por las palabras de su hijo.

-Lamento informarte hijo mío, que no, no lo hay-. Rohan tenía su mirada hacia el grifo para luego dirigirla hacia su hijo, quien parecía estar en shock.

-Si Ryohei, eso quiere decir que ya lo hicieron en nuestra habitación-. Tomo una manzana y le dio una mordida, luego se la puso en la boca a su hermano en un inútil intento de que volviera a la vida.

- ¡Es suficiente, yo me largo a casa de la abuela! -. Pego la media vuelta para irse de la cocina hacia su habitación a la cual ya no tenía ganas de entrar.

-Rohan... ¿por qué le dijiste eso? -

-Por que es divertido ver como se pone-.

-Papá tu eres quien tiene la culpa-. Nanase se cruzó de brazos y poso su mirada en Josuke quien tenía una expresión de confusión.

- ¿Yo? ¿Por qué? -.

-Te excitas muy rápido y no te importa el lugar en el que estén, siempre quieres hacérselo a rohan, debes de tener un poco de autocontrol papá-. El ojipurpura se puso rígido, su hijo le había dicho algo muy cierto, lo peor, que tanto rohan como nanase tenían sus miradas puestas sobre él.

La atención de los tres se fue hacia la pequeña que entro corriendo a la cocina, aunque claramente ya no era una niña tan pequeña.

-Papi, ¿qué le paso a Ryohei? -.

-Si, díganle lo que me paso-. Estaba cruzado de brazos mientras se acercaba nuevamente a la cocina con una clara expresión de fastidio.

-Encontró a nuestros padres...-.

- ¡Nanase! -. Grito rohan, pues claramente la única que podía lograr que se avergonzara era su hija. No es que no quisiera a sus hijos o que no le importaran, pero claramente no quería que reimi lo viera con otros ojos.

Lindo fue lo que pensaron los miembros de la familia kishibe-higashikata al ver la cara teñida de rojo de kishibe rohan.

Reto 30 Días(JosuHan)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora