La noche había caído en la aldea dónde los dos se encontraban. Aun así, sin haber descansado nada, a Shinato no le entraba el sueño de ningún modo.
Justo terminaban de cenar cuando decidió que iría al balcón a tomar un poco de aire. Se levantó mientras escuchaba al rubio bostezar y salió por la puerta corrediza a lo que era un pequeño balcón que tenia una vista impresionante de un jardín lleno de flores.
Un segundo le tomó para marearse de nuevo y caer al suelo. ¿Por qué le pasaba aquello si la fiebre ya se había ido?
— ¿Te golpeaste algo? — el rubio preguntó al abrir la puerta corrediza en razón de la caída que había tenido sobre el piso de madera.
— No se que me pasa — ella le contestó preocupada - La fiebre se fue y me siento bien...
Sin esperar más, la tomó en brazos y la llevó de nuevo dentro de la habitación. Se sentó con ella y la tomó de nuevo como lo había hecho la noche anterior cuando estaba inconsciente. Quitó el cabello de su rostro y la miró fijamente.
Shinato, aún apenada, no podía apartar la vista de sus bonitos ojos azules.
En el pensamiento del rubio solo estaba la imagen que había visto de ella siendo un monstruo. Estaba preocupado a sobre manera, ya que sentía como su chakra no se había estabilizado desde que esa bala de agua atravesó su cuerpo. Por ese motivo quería tener un día para que Shinato pudiera relajarse. Tal vez eso le hacía falta. Pero ya veía que no era asi.
— Necesito que te relajes — el rubio le dijo — Descansa está noche todo lo que puedas.
Shinato no le veía sentido a sus comentarios, si ya se había relajado toda la tarde y durante la cena.
De pronto comenzó a entrarle mucho sueño. ¿Y ahora qué?>> se preguntó a sí misma. Sus ojos comenzaron a cerrarse por si solos mientras aun veía como Minato la observaba.
Antes de quedarse dormida pudo escuchar un "lo siento" de parte del rubio.Minato vió como poco a poco iba cerrando sus ojos y después se quedo profundamente dormida. El motivo de la disculpa era por que le había puesto algo para dormir en la cena. No lo culpen, el estaba muy preocupado por la peliazul.
Se vio obligado a meter la hierba para dormir en la comida ya que ella se negaba rotundamente a descansar como era debido.Se levantó y se encaminó a lo que era el futón para dormir con ella en brazos. La recostó y tapó hasta el cuello ya que afuera hacia un poco de frío. Tambien, se tomó la libertad de acomodarse aun lado de ella, ya que a él también le hacía falta descansar, no había dormido nada desde ayer por ponerle atención a ella.
Tumbado en el suelo, comenzó a pensar sobre su compañera. Minato lo aceptaba abiertamente, a él le atraía su compañera desde que eran pequeños. A él le gustaba mucho Shinato.
Recordó aquel día cuando la besó en la oficina del Hokage. Fue un movimiento bastante arriesgado, pero no encontró otra manera de hacerla callar. Sí, había sido muy rudo, no lo negaba, pero tenía tantas ganas de hacerlo que cuando lo hizo, literalmente lo hizo con todas las ganas. La besó como él quiso hacerlo.
También estaba muy preocupado por ella con el tema de Orochimaru. Shinato se había puesto muy mal durante dos semanas en las que no pudo tener mucha noticia de ella, solamente iba poco tiempo porque Tsunade estaba acompañándola.
No sabia mucho sobre su relación pero si sabía que él era como un padre para ella, por eso se hizo presente la repentina depresión que le causó su abandono.Dándole más vueltas al asunto sobre sus sentimientos hacia ella, el rubio también se había quedado completamente dormido.
(...)
Cuando Shinato abrió los ojos, se dio cuenta de que el sol ya se había puesto en lo más alto debido a los reflejos que entraban a la habitación por una ventana. Hace mucho que tendrían que haber partido a Konoha.
Bostezo como nunca, realmente había descansado por la noche. Estaba de buenas, pero pronto se le quitó la sonrisa de la cara ya que un rubio en sueño profundo estaba amarrado a su cuerpo como si fuera un gran peluche abrazable. ¿Cómo es que no lo había sentido antes?
Murió de vergüenza al ver donde se encontraba recostada la cabeza del muchacho.
Si, lo adivinaron. Estaba en sus pechos...
No es que Shinato fuera la persona mas agraciada de Konoha en esos sentidos, pero se defendía. Igual cuando veía a Tsunade se preguntaba por que ella las tenia tan grandes.
Intentó retomar la calma con la que había amanecido e intentó solucionar el problema. Primero comenzó por acomodarse verticalmente y con mucho cuidado puso al pobre rubio en la almohada. Aun no era suficiente puesto que sus manos seguían en su cuerpo.
Antes de deshacerse completamente del agarre lo observó con cuidado.
<<Es tan bonito cuando duerme... >> pensó y sus ojos brillaron. Quitó con delicadeza el cabello de su rostro y acarició su mejilla. El rubio era la persona mas perfecta que pudiera existir en ese mundo. Pensaba que era una lastima que sus bonitos ojos no la estuvieran observando para verlos más de cerca.
Fue en ese momento cuando lo aceptó. Namikaze Minato le gustaba, y mucho.
<<No debo de darme estas libertades con él... >> pensó y rápidamente, pero con cuidado se alejó de su cuerpo. Se sentó en el futon y lo vio una vez más de lejos. <<Así es como debo de verlo >>. Se había puesto triste al pensar en Kushina.
Se decía en la aldea que ellos eran pareja, que se iban a casar, que iban a tener muchos hijos para restablecer el clan Uzumaki. Ese era su deber. Por tal motivo él rubio no debía ser mas que un compañero para ella, no estaba bien, la única persona que iba a salir lastimada era ella por no ser correspondida.
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《Mitad X Mitad》Minato Namikaze☇/ En edición.
FanficShinato Tártaros era una pequeña niña cuando su aldea desapareció por completo del mapa; rescatada por el que seria su maestro, es llevada a Konohagakure no sato para continuar con su vida. "Mientras así lo quieras, nuestro vínculo será eterno..." T...