Segunda Oportunidad

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Capítulo 11

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Capítulo 11

- ¿Aún creen que es una amenaza? – Daisy se cruzó de brazos mirando a sus compañeros –

- Totalmente – Soltó Will – Ves lo que puede hacer estando tranquila, imagínatela cuando este furiosa, debemos tenerla como aliada y no como enemiga.

- Eso es cierto, pero sigo en la postura de que ella no es mala solo necesita orientación, Daisy quizá tú puedas ayudarla a canalizar bien sus poderes.

- Con gusto señor – Sonrió sinceramente –

- Creo que es hora de que abandone la celda, después de todo, ni siquiera evita sus poderes.

- Le darás una oportunidad ¿No es así, Phil? – Se cruzó de brazos May – Que pasa si ella cree que la estas usando como un arma, no te has puesto a pensar, que quizá use en nuestra contra todo lo que le estas dando

- Es un riesgo que estoy dispuesto a correr, ella tendrá que pertenecer al Índice, ese puede ser su tratado de paz con la tierra.

- Espero que no te equivoques

- También yo.

Jemma y Daisy la encontraron durmiendo al entrar en la celda, dentro estaba cálido, pequeñas flores crecían en el suelo, otro árbol había se había erguido en el fondo de la celda, ambas chicas se miraron asombradas.

Con cuidado Daisy la despertó, ella abrió los ojos con lentitud y una sonrisa cruzo su adormilado rostro, se sentó en la cama y refregó sus ojos.

- Tuve el sueño más bello y feliz, hace mucho tiempo que no soñaba – Las miro con nostalgia –

- Al parecer, tampoco dominas tus poderes mientras duermes – Soltó Daisy –

Iris miro a su alrededor y se sonrojo notando los nuevos cambios, trago duro y miro avergonzada a las agentes.

- Lo siento mucho, creo que debo trabajar mucho en ello – Mordió su labio apenada –

- Yo te ayudare en eso, pero ahora quiero que nos acompañes

- Claro ¿A dónde? – Se levantó – Si, se puede saber por su puesto.

- A tu nueva habitación – Sonrió emocionada Jemma –

- ¿Otra celda? O...

- El Director Coulson te asigno tu propio cuarto, con una ventana de verdad

- Eso es demasiado, estoy bien aquí -Se rodeo a su misma con sus brazos -

- El director lo ordena, si quieres ser parte del equipo tienes que obedecer a todo lo que el Director Coulson diga – Camino a la puerta Daisy –

- ¿Parte del equipo? – Ladeo su cabeza confundida –

- Si – Jemma entrelazo sus brazos y camino con ella a la puerta – Ahora eres parte de Shield.

Ella se quedó en silencio, sintiendo sus ojos escocer, sonrió tímidamente, se separó de la agente Simmons y volvió por los libros que Fitz le había prestado, luego las siguió por los pasillos, llegaron hasta un corredor con varias puertas, al llegar al final de este la agente Johnson abrió una y la dejo pasar.

Todo era más cálido que la celda blanca en la que la habían encerrado y aunque luego de haberla cambiado con sus poderes se sintió más cómoda, su nueva habitación le parecía encantadora, dejo los libros en un mueble y se acercó a la ventana de verdad.

Un amplio campo se abría camino frente a sus ojos, algunos edificios se podían apreciar a lo lejos, el atardecer teñía el cielo de colores rosáceos y naranjos, sonrió con alegría.

Volteo para ver a las agentes, estas la miraban sonriendo, ella se acercó rápidamente y las abrazo a ambas.

- Muchas gracias – Se separó de ella – Sé que deben pensar que soy muy abrazona, pero es que estoy muy feliz

- ¿Abrazona? – Daisy la miro con burla – Eres una chica muy cariñosa, nunca había visto a una persona dar tantos abrazos – Sonrió –

- Mis amigos decían lo mismo, debo controlarme – Ordeno su cabello –

- Tranquila, estamos bien con eso, mientras no abraces a May, ella no es de muchos abrazos – Soltó la agente Jemma –

- Jemma y yo te trajimos algo más de ropa, mientras consigues más.

- Muchísimas gracias agente Johnson y Simmons, son muy amables conmigo – Sonrió genuinamente –

- Dime Daisy - Sonrió ampliamente -

- Y a mí Jemma, ahora eres libre para andar por la base, así que no te quedes encerrada

- Si gustas nos puedes acompañar a cenar – Se acercó a la puerta – Ahora debo ir a trabajar

- Te esperamos Iris.

Y con eso la dejaron sola en su nueva habitación, reviso cada cosa, se sentía como niña pequeña nuevamente redescubriendo todo, explorando cada detalle, había al menos cinco mudas de ropas en un mueble.

Una vez que hubo revisado todo de aquella habitación, se sentó en la cama y volvió a concentrarse en los libros, Fitz tenia buenos gustos en la literatura, estaba entretenida y no podía para de leer, quería saber que pasaba a continuación, tuvo que encender la lampara que se encontraba en la mesa de noche junto a la cama para poder terminar su lectura, su estomago gruño y recién allí cayo en cuenta de lo tarde que era.

Salió de la habitación indecisa, estaba consiente que ahora podía caminar libremente por la base, pero aún estaba nerviosa, un agente salió de su habitación, la miro pero siguió su camino ignorandola completamente, quizá para algunos no eran bienvenida ahí, pensó en volver a encerrarse en su habitación, pero tenía hambre, el joven volvió al pasillo y la miro serio.

- Vas a cenar ¿Cierto? – Ella asintió – Te acompaño hasta el comedor.

- Gracias – Susurro –

Ella lo siguió en silencio por los pasillos de la base, era un lugar muy grande trato de memorizar como volver sin la ayuda de nadie, el olor a comida le indicó que estaban cerca del comedor, sonrió al ver a Jemma.

- ¡Will! ¡Iris! Qué bueno que llegaron – Sonrió ampliamente – Tomen asiento, hay pizza.

Se sentó junto a Daisy y Fitz, frente a ella estaba el agente Mackenzie, Jemma y el Agente Will, por como el la miraba comprendió que él era el novio de ella.

- ¿Has leído los libros que te pase? – La miro atento Fitz –

- Si – Sonrió – Ya los terminé, fueron muy entretenidos, no podía parar de leer – Mordió su pizza imitando a los demás –

- ¿Los terminaste todos? – La miro extrañado –

- Si

- ¿Quieres más? – Ella se sonrojo y asintió – ¿Que te gusta leer?

- De todo – Se encogió de hombros –

- ¿Hasta manuales? – Levanto una ceja burlándose –

- Hasta manuales – Le saco la lengua-

- Bien, veré que encuentro.

Esa noche volvió a sentirse tranquila.

Esta vez había esperanza.

Los Terranos le estaban dando una segunda oportunidad.

Beautiful Nature - Leo FitzDonde viven las historias. Descúbrelo ahora