5-Grace

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JULIA

Llegué a la casa de mi hermana. Encontré a Isabelle y a Summer hablando con ella animadamente.

Yo carraspeé, haciendo notar mi presencia. Las tres volvieron su cabeza hacia mí. Grace se levantó. Ella era más mayor que yo. Unos tres años de diferencia.

-¡Hermana, hola!-saludó cruzándose de brazos.

Yo levanté una ceja. Miré a la niñas.

-Id arriba. Ni se os ocurra escuchar nuestra conversación. Si me entero, estáis castigadas-les ordené.

Ellas asintieron y subieron las escaleras. Yo miré a Grace.

-Vamos fuera-la invité.

-Encantada.

Salimos fuera.

-¿Qué haces aquí, Julia?-me preguntó-Pensé que quedó bien claro la última vez que no te quería volver a ver.

-Quedó bien claro. Pero estoy con problemas y necesito esconderme.

-¿Qué has hecho esta vez?

-Me harté de la ley humana de la educación y desafié a la profesora de Summer de no volver. Ella se lo comentará a la conserjería y la conserjería se dará cuenta de que Summer ha abandonado la educación. Entonces me perseguirán.

Grace se echó a reír. Yo rodé los ojos.

-Lo siento-se disculpó cuando terminó de reírse-Pero es que me ha entrado la risa. Es extraño. Tantas veces has desafiado a la humanidad y sigue sorprendiéndome.

-Lamento decepcionarte, Grace, pero no soy como tú.

-De eso no hay duda. Yo, la que prefiere obedecer a los humanos para no tener problemas. Y tú, la que prefiere rebelarse contra la humanidad.

-No siempre ha sido así. Todo empezó cuando el ser humano empezó a destrozar la naturaleza y esclavizó a su misma raza. Y tú lo sabes tanto como yo. Que tenemos miles de años. Lo que pasa es que tú eres una pasota total. Y eso no puede ser, porque el ser humano no se merece nuestra amistad. No todos los humanos son así. Pero la raza es así.

-Ya, ya. Dejemos el pasado a un lado. Y ahora, hablemos. ¿Qué vamos a hacer con las crías?

-¿Que qué vamos a hacer? Cuidarlas. Y si no quieres, te fastidias y me ayudas. Porque no voy a seguir cuidando a mi hija sola.

-Bueno. Está bien-se encogió de hombros Grace.

-Pero escucha. Necesitamos tener nuestras diferencias a un lado. Si no, todo será un infierno para nosotras. ¿De acuerdo?

-Bueno, vale. Pero por las niñas, si no, no aceptaría. Son un encanto.

Yo sonreí. Iba a ser difícil, pero posible.

Difícil, pero posible.

Saga Crónicas de Vampiros I: Sangre urbana (Sin Editar)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora