18-Descubriendo nuevas puertas

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ALEXANDER

Jasper me había llamado temprano para ayudarle a buscar a las chicas. Al principio me negué, pero dijo que me necesitaba y que me quería mucho. Al final acepté porque me prometió dejarme al margen cuando estén en nuestra comunidad. Al margen de atenderlas y guiarlas.

Miraba con desconfianza al hombre que había venido con nosotros. Era un vampiro, pero me daba una cierta desconfianza.

Habíamos recorrido durante horas cada rincón del bosque y seguíamos sin encontrarlas.

Nos sentamos a descansar en una roca. Yo me levanté y me acerqué a un árbol, pensativo.

Me sobresalté. Delante de mí había una cabaña. Pero lo raro es que antes no estaba. Me di la vuelta hacia donde estaban Jasper y Roger. Pero no estaban.

Me dirigí hacia donde estaban. Por fin aparecieron. Me di la vuelta, pero la casa no estaba. Entrecerré los ojos y me crucé de brazos.

-¡Alexander! ¿Qué pasa?-me preguntó preocupado mi amigo-Habías desaparecido.

No respondí. Alcé la mano hacia delante. Sentí un cosquilleo. La mano se volvió invisible. Abrí los ojos como platos.

-Parece que aquí hay una cúpula invisible-anuncié.

-¡Qué interesante!-exclamó Roger levantándose y acercándose a mí-¿Qué hay detrás?

-Una cabaña-respondí.

Cruzamos los tres y nos encontramos con la cabaña. Jasper y Roger sonrieron satisfechos. Yo me crucé de brazos.

Nos dirigimos hacia la casa. Tocamos el timbre.

Saga Crónicas de Vampiros I: Sangre urbana (Sin Editar)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora