Saga Crónicas de Vampiros I: Sangre urbana (Sin Editar)

30-Mi nombre es Ethan Cameron

ETHAN

Jasper abrió la puerta. Yo estaba nervioso. Podía correr de allí para siempre. La puerta estaba totalmente abierta. Podía salir corriendo y denunciar a Jasper. Pero no hice ni el más mínimo intento de escapar. Realmente quería otra vida.

Yo me acerqué a la ventana de la celda, que disparaba un poco de luz. Él se acercó a mí. Pude verle. Me estremecí por su expresión. Era amenazante. Tragué saliva.

Torcí mi cuello y cerré los ojos. Estaba temblando.

-¿Estás seguro?-insistió.

-Sí.

Él acercó su boca a mi cuello. Abrió los colmillos y los clavó. Grité e inconscientemente forcejeé para liberarme. Escocía. Además, sentía como la sangre salía por los agujeros que mi amigo había hecho en el cuello.

Me retorcía, pero él tenía muchísima fuerza y me agarraba muy fuerte. Mi voz se ahogó hasta desaparecer. No tenía fuerzas.

Sentía cómo mi vida se desvanecía, estaba a punto de morir, y sentía miedo. Me quedé vacío, pero no me desplomé. Ahora él, en lugar de succionar sangre, me ponía algo. Me hacía cosquillas. Era como hormigas que recorrían mi cuerpo.

Mi cuerpo dejó de luchar. No lo sentía. Quería mover mi mano, pero no me hacía caso.

Al fin, cuando Jasper me soltó, me derrumbé en el suelo. Podía ver y escuchar, pero no moverme. Jasper jadeaba. Estaba cansado. Él apoyó sus manos en sus rodillas, encorvándose.

Yo no sentía mi cuerpo, pero sí mi transformación. Pude ver a través de la oscuridad. Pude sentirlo todo. El viento fuera, las ratas correr por los rincones, los pájaros trinar... Sentía mi corazón morir. Mis ojos se hicieron rojos. Mis colmillos crecieron.

Tendría que olvidarme del pasado y centrarme en mi futuro. Mi nombre es Ethan Cameron. El nombre no cambiaba, pero mi vida sí.

Cuando pude volver a sentir mi cuerpo, dije mis primeras palabras.

-Sangre...-pedí siseando.

Un vampiro más. ¿Los vampiros lo aceptarán...?