14-Asesinato en Seattle

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1 año después
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JASPER

Entré en la comisaría otro día más. Me sorprendí al ver que todos los policías estaban alrededor de una mesa discutiendo.

-¡Jasper! ¡Qué bien que hayas venido!-me saludó Ethan.

-No. Qué bien no. Esto es un desastre-me quejé por el alboroto-¿Qué pasa aquí?

-Hay un nuevo caso que investigar y resolver-respondió mi amigo-Otro caso interesante. Ha pasado algo en Seattle. Hace mucho tiempo que no pasaba.

-¿De qué trata?-pregunté con curiosidad.

-Han encontrado el cuerpo de un joven. Pero lo más extraño es que parece que toda su sangre ha sido succionada como si el asesino fuera un vampiro. Pero, claro, no se sabe cómo se ha hecho. Los vampiros no existen.

Yo puse los ojos en blanco.

-Necesito investigar ese caso-dije.

-Sí. Pues eso es lo que pasa. Todos quieren investigar el caso. Tendrás que tener una buena razón para coger el puesto. Hay que convencer al jefe-se encogió de hombros él.

-Tengo una buena razón-dije dirigiéndome hacia mi despacho.

-¿Y cuál es esa razón? ¡Oye, Jasper!-escuché a Ethan detrás de mí. No respondí. Estaba impaciente.

Saqué mi móvil de mi pantalón. Marqué un número. Esperé con el móvil en la oreja.

-¿Sí?-respondió un joven.

-Alexander. Necesito que me digas si ha habido algún ataque del poblado -pregunté.

-No. ¿Para qué quieres saberlo?

-De acuerdo. Muchas gracias.

-¿Para qué quieres saberlo?-repitió. Pero no obtuvo respuesta, ya que colgué enseguida.

Salí de mi despacho y corrí hacia la oficina del jefe.

Entré. Encontré al hombre de cuarenta y tantos años que era nuestro jefe. Se cubría la cabeza con los brazos.

-Señor-le llamé.

Él se sobresaltó y me miró con los ojos cansados.

-¿Qué quieres, Jasper?-preguntó desganado.

-Tengo una buena razón para conseguir investigar el caso-afirmé.

-Eso es lo mismo que me han dicho todos. He escuchado de todo y estoy cansado de tanto intentar calmarlos. Pero no he podido. Hazme el favor, vete y déjame descansar-pidió volviendo a apoyar su cabeza en la mesa.

-Pero mi razón es distinta a la de los demás-pedí.

-Bueno está bien. Adelante. Más vale que sea buena-refunfuñó elevando de nuevo su cabeza hacia mí.

-Yo estoy investigando el caso Rebel.

-Sé cuál dices, pero no se llama así-me interrumpió rodando los ojos.

-Ya lo sé. Pero no sé cómo llamarlo. En fin... Y creo que el caso del asesinato en Seattle tiene algo que ver con el caso que estoy investigando. Resolver ese caso me puede ayudar a averiguar dónde están Julia y Summer.

-Entiendo. Pero, ¿no te puede ayudar otra persona?-preguntó.

-Pero, señor...

-¡De acuerdo, de acuerdo! Coge el caso. Te ayudará a resolver tu caso. Anda, díselo a los demás y déjame tranquilo, que me duele la cabeza de tanto alboroto-suplicó.

-Muchas gracias, señor-dije ilusionado.

Salí.

-¡El caso es mío! ¡Me lo ha dicho el jefe!-grité.

De pronto, en la comisaría ya no se escuchaba policías discutiendo, sino policías decepcionados. Pronto, ya no se oía alboroto.

Cogí los papeles del caso y me monté en el coche. Volví a Seattle. No me importaban los kilómetros. Lo único que quería era encontrar a aquella pareja de vampiras.

Estaba cerca de la solución...

Saga Crónicas de Vampiros I: Sangre urbana (Sin Editar)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora