23-Dudar, pero no tener otra opción

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JULIA

-¿Alguien ha visto mi blusa negra?-grité.

-¡La tengo yo!-Summer corrió hacia mí con mi delicada blusa negra.

-¿Y por qué la tienes tú?-alcé una ceja.

-Bueno... Puede que te la haya cogido prestada un día-soltó una risita nerviosa.

Yo rodé los ojos. Le sonreí. Metí mi blusa en mi maleta. La cerré. Puse los brazos en jarras y observé el "paisaje". Las cuatro hacíamos rápidamente las maletas. Era un caos de ropa, calzado y objetos personales. Tendríamos, por lo menos, tres maletas cada una.

Todas cerraron las maletas. Nos sentamos en círculo en el centro del salón. La casa estaba ya vacía. Excepto por los muebles y nuestro silencio.

-¿Confiamos en ellos?-preguntó de pronto Isabelle. Todas la miramos sorprendidas por su pregunta. Ella se sintió un poco incómoda-Me refiero a que, bueno, los acabamos de conocer.

-Es cierto, cariño-suspiró mi hermana-Pero no tenemos otra opción.

-Pero, hemos aceptado así como así. Sin conocerlos más a fondo. ¿Por qué?

-Bueno. No tenemos otra opción-me encogí de hombros-No podemos pasar toda nuestra eternidad aquí en soledad. Por nosotras vale, pero vosotras no, por los dioses. Necesitáis vivir, que sois muy jóvenes. No podemos encerraros eternamente.

-Pero...-dijo Summer preocupada.

Mi hermana se adelantó.

-No te preocupes, Summer. Los vampiros somos fieles. Nunca estaremos de lado de los humanos. Ellos son de fiar-la tranquilizó.

-Entonces, estamos listas-susurró Isabelle.

-Estamos listas-asintió Summer.

-Estamos listas-dijimos en voz alta las cuatro, seguras de nosotras mismas.

¿Era una buena decisión confiar en ellos?

Saga Crónicas de Vampiros I: Sangre urbana (Sin Editar)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora