¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Escocia 1908
El cielo de Edimburgo, una bella ciudad de Escocia, se ha teñido de un color rojizo. El sol esta por ocultarse, el aire susurra suavemente entre los árboles rindiendo pleitesía a un joven burgués, el cual el día de hoy cumple doce años.
La mirada azul celeste del joven burgués, imita ese cielo maravilloso de la bella Escocia, sus cabellos dorados son como el sol de Edimburgo. Este joven es el orgullo de la matriarca de la familia más antigua de ese país, una familia rica en historia, de regias tradiciones y de una fortuna inmensa, la cual se extiende por toda Escocia. Dicha fortuna ha logrado traspasar las fronteras, el imperio Andrew se fortaleció en Chicago, Estados Unidos.
Las nuevas generaciones llevaban en su sangre el amor por la bella ciudad de Chicago, la cual les vio nacer, crecer y por una mala jugada del destino les vio partir a Escocia. La madre del joven burgués murió cuando él solo tenía ocho años, la matriarca de la familia Andrew, asumió inmediatamente el papel de madre. Y no solo fue madre para ese niño de dorados cabellos, también lo fue para los primos de este.
Aquella tarde de septiembre, se habían reunido para celebrar un año más de vida del jovencito de nombre Anthony Brower Andrew.
-¡¡¡Felicidades, mi pequeño y adorado nieto!!! – decía con una inmensa alegría la matriarca de la familia, la distinguida Elroy Andrew, al tiempo que abrazaba con ternura al jovencito.
-Gracias Tía Abuela, no tenias porque molestarte, esta fiesta no era necesaria – dijo el chico.
-Te lo mereces Anthony, además es un buen pretexto para deleitarnos con los ricos postres de la Tía Abuela – comentó Stear.
-Y no solo para disfrutar de los postres, si no también para evitar las duras y agotadoras clases a las que nos somete la Tía Abuela – agrego Archie.
Alistear y Archiebald Cornwell Andrew, eran los nombres de los primos de Anthony. Alistear o Stear, que era como comúnmente le llamaban, era un chico de once años, tez blanca, cabello negro, ojos negros, usaba anteojos los cuales le daban ese toque intelectual, era muy inteligente, disfrutaba de las clases, tenia aptitudes de inventor. Archiebald o Archie, contaba con nueve años, era todo lo contrario a su hermano mayor, era un chiquillo encantador, tez blanca, coqueto, cabello de color castaño al igual que su mirada, a este pequeño le gustaba practicar la esgrima. Los hermanos Cornwell al igual que Anthony disfrutaban practicando la equitación, además les gustaba la música, los tres como buenos Andrew, tocaban la gaita haciendo honor a sus raíces escocesas. Anthony tenía un gusto muy especial por las labores de jardinería, gusto que heredo de su madre.
Los tres eran muy unidos, compartieron una vida en común a pocos meses que Anthony quedo huérfano de madre, el padre de este viajaba mucho por cuestiones de su trabajo, ya que él era capitán de un majestuoso trasatlántico. Mientras los padres de los hermanos Cornwell vivían en Arabia, dedicados de lleno a los negocios. Anthony, Stear y Archie, eran la alegría de la matriarca, les llamaba sus mosqueteros.
