Capitulo15

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Pov Nico 

La llegada de Elena fue como espina en mi costado, no entendía como logro entrar..... otra vez tendría que hablar con Dom ya no era gracioso que lograra traspasar mi seguridad tantas veces, alguna cabeza rodaría por arruinar mi noche.

- Vamos Pequeña - Tome su mano instándola a seguirme, mire su hermosa cara queriendo mas que nada no haber apagado ese fuego que sentí cuando veníamos en el auto. Apreté su mano para ver sus ojos en mi, sentirlos mirarme el alma. 

Me miro media enojada y  dolida por todo lo que sucedió en la sala pero en una parte de sus ojos aun podía ver el calor el fuego que tiene cada vez que me ve.

 - TU ERES MÍA PEQUEÑA, SOLO MÍA NO QUIERO A NADIE MAS - Sus ojos se abrieron despejando todo el dolor que sintió cuando pensó que tenia algo con Elena y que la había engañado. 

- Y tu Eres mio entonces? - Su voz dura, esperando a ver si me echaría hacia atrás a tal pregunta

- Soy tuyo pequeña, lo fui desde la primera vez que te vi la primera vez que tus ojos me miraron y robaron cada parte de mi  cordura la cual intenta estar siempre donde estés, quiero protegerte de todos quiero que todos sepan que me perteneces que cualquiera que intente alejarte de mi sufrirá porque pequeña tu eres lo mejor que tengo, lo mas puro que he logrado encontrar en mi vida, y si soy un hombre duro y oscuro pero tu eres mi luz, lo siento pero no puedo dejarte ir no lo haré siempre vas a ser mía pequeña.

- Lo aceptas? - No importaba si decía que no, la perseguiría y la haría amarme y necesitarme como yo la necesito a ella.

- Lo quiero, quiero ser tuya y que seas solo mio - Sus hermosos ojos me miraron con la mayor confianza y verdad del mundo, ella me quería,  quería esto a nosotros como tanto e deseado tenerla desde que la vi.

La tome y la puse en mi hombro antes que se arrepintiera de esto y subí las escaleras lo mas rápido que podía para llegar a mi habitación.

- Que haces? jaja - Su risa la siguió todo el camino hasta llegar a mi cuarto, cada risa tocaba un pedazo de mi alma, haciendo mi corazón y mi cuerpo calentarse. 

Entre a mi cuarto aun cargándola, la puse en la cama suavemente su risa paro cuando se dio cuenta donde estaba, sus ojos se encendieron mirándome en todo momento, lo quería y necesitaba hacerle saber que me pertenecía. Baje mis labios y la bese lentamente que se acostumbrara a mi, sus manos agarraron mi cuello obligándome a besarla mas profundo, queriendo mas, solo me quedaba preguntarle.....

- Estas Lista Pequeña? 


La Obsesión del Jefe de la MafiaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora