Capitulo 5

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Pov Emma

- Pequeña...

Casi me dio un infarto cuando lo escuche y pude reconocer quien era mi visitante nocturno, quite su mano de mi boca 

- Idiota, casi me matas del susto!! - no podía creer que el muy estúpido se metiera a mi cuarto, pensé que era algún violador o yo que se.

- No seas dramática, nena - me dijo con una media sonrisa diabólica.

Ja, que no sea dramática este es tonto, no puede ser que una parte de mi este enojada pero una mas grande esta emocionada porque el se colo en mi cuarto para verme.

- Que haces aquí? - pregunte, intentando acomodarme me era un poco difícil ya que tenia a una hombre bastante pesado sobre mi.

- Vine a verte, Ángel - Me respondió de los mas normal

- Así? - sus ojos no dejaban de mirar mi cuerpo, mas bien mis pechos que estaban justo en su cara

- Mmmm - Sus manos espesaron a vagar por todo mi cuerpo, se acomodo y dando una vuelta me puso sobre el sus manos fueron directamente a mi trasero. Mire su cara, era tan hermoso, era un ángel oscuro sus ojos azules que escondían tantas cosas, me seducían, me atraían a este hombre que no conocía, no quería ser solo un juego para el, yo no iba a ser una de muchas mujeres. No llegaría tan lejos lo único que quería era sentir sus labios juntos a los míos.

Tome su cara entes mis manos, el miro con una mirada tan intensa, tan cargada de lujuria y algo mas que no pude entender. Acerque su boca a la mía y lo bese suavemente quería memorizar sus labios, tan suaves...

- Eres exquisita - su voz era una caricia para mi cuerpo, todo lo que quería era a el. Su boca dejo la mía para empezar a morder mi cuello, sus manos subieron lentamente mi top para exponer mis pechos, mis pezones ya estaban duros y deseosos por su toque. Su boca empezó a chupar mi pezón izquierdo mientras que su mano amasaba mi otro pecho. Era una muy deliosa tortura. Mis manos tocaron y exploraron su maravilloso pecho, era todo musculo este hombre. Seguí el recorrido de su pecho hasta su muy grande pene, dios hasta con esos boxers se veía grande, mientras el seguía jugando con mis pezones, sus manos bajaron y se metieron en mi ropa interior, tocando tentativamente mi clítoris, estaba mojada y sus manos tocaban cada parte de mi. 

.- Nico.. por favor - rogaba que me sacara de esta tortura, todo el placer que sentía me estaba matando, mis gemidos se hacían cada vez mas fuertes. 

- Damelo pequeña, quiero verte llegar - su mano se movía cada ves mas rápido, el ritmo me estaba enloqueciendo, sentía como empezaba a crecer ese placer en mi interior, cuando de repente sentí su dedo en mi interior y me quebré, me vine gimiendo su nombre. Jamas me había venido de esa manera luces blancas aparecieron cegandome con el deseo tan intenso que sentí.  Cuando baje a la realidad, lo mire y me sonrió cuando llevo su dedo a su boca, chupándolo. 

Lo quería, este hombre solo con esa mirada azul cielo, esa mirada llena de secretos lo quería para mi. Bajo su cabeza y me beso lentamente, haciendo el amor a mi boca. Recorrí mis manos por todo su cuerpo, quería devolverle el favor no, no un favor quería hacerlo sentir el mismo placer que yo sentí. Baje mis manos a su hombría, mientras lo tocaba por encima del bóxer estaba duro y listo para mi, metí mi mano y toque su pene, era suave, grande y largo. 

- Me deseas, pequeña....



La Obsesión del Jefe de la MafiaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora