La Obsesión del Jefe de la Mafia

Capitulo17

Pov Nico

Tome su boca con todo lo que tenia, ella me había provocado ella me quería fuerte y duro. Una parte de mi quería cumplir esa petición pero la mayor parte de mi conciencia quería que esta noche fuera memorable y que cada vez que se viera en el espejo recordara a quien pertenecía porque era mía y lo haría un para siempre.

Me levante para mirar su rostro, quería verla. Era lo mas bello que había conocido. 

Tome sus bragas y las baje por sus piernas, su centro me llamaba quería que esto fuera placentero para ella, deseaba que ella recordara su primera vez. Sus ojos permanecieron en mi cuando me acomode y bese su ombligo, su respiración de corto pero sus ojos jamas dejaron los míos. 

Mi boca bajo completamente probando su dulce centro, lamí su ser y fue lo mas dulce que habría probado alguna vez, su esencia me encendió y me zambullí a comérmela entera, era egoísta lo sabia la marcaría como mía eso lo sabia. Sus gemidos iban en ascenso mientras lamia su ser, con cuidado pase un dedo por su clítoris y eso fue todo se vino con un grito, y no cualquiera con mi nombre en sus labios.

- NICO!!! - Dios fue el mejor sonido que pude haber escuchado, jamas había sido así con nadie. 

Seguí lamiendo su coño, tenia que prepararla. Yo no era pequeño y no quería lastimara, inserte despacio un dedo jamas dejando de lamería, cuando ya pudo tomar tres dedos ya estaba preparada, ademas escucharla rogándome era mas de lo que mi control podía soportar.

- Porfavor Nico, Lo necesito - Su voz necesitada me rompió

Baje mis boxers y mi pene salto duro pidiendo atención, pidiéndola a ella. Mi atención se volvía a ella y cuando lo vi casi caigo de rodillas. Se había quitado todo y ahora estaba jugando con sus pechos nunca quitando sus ojos de mi.

- Si! - Sus gemidos me estaban volviendo loco

- Intentare ser suave pequeña, pero si sigues provocandome me romperé y no sabes de lo que soy capaz - Mi voz salio casi con un gruñido, ella sabia que era mi debilidad. 

- Rompeme - Maldición..... eso fue todo.

Me subí a la cama con ella, mirándole en todo momento, tome mi erección y la pase por sus jugos de donde se había venido. Seguía mojada, movía sus caderas instándome a hacerla mía. 

- Esto dolerá un poco pequeña, pero luego mejorara - empuje un poco contra ella, apretando los dientes a lo cálida y estrecha que estaba. Seguí empujando hasta que sentí la barrera de su pureza.

- Ya casi pequeña - Dios esto era difícil, solo quería empujar dentro de ella y jamas parar, pero tenia hasta asombrándome conmigo mismo un control impresionante. 

- Porfavor! 

- Mírame - Sus ojos se trasladaron a los míos con asombro y pasión.

- Eres Mía Pequeña - Y con esa declaración hecha, empuje dentro de ella rompiendo su himen y haciéndola mía completamente.