Secuestro por Venganza [Sin Editar]

Capitulo 24

Pov Logan~

Me esperé cualquier reacción de cualquiera de los hombres que se encontraban, menos de la mejor amiga de Mariane.

 Apenas pronuncie esas palabras se abalanzó hacía mi tirándome al suelo y empezó a golpearme en todo el pecho. Ya me encontraba bastante moreteado por lo que sus golpes si me hacían daño y si no fuera por eso serían como que me golpearan con una pluma. Aunque sinceramente para ser una chica pegaba realmente fuerte.

El amigo que la acompañaba tuvo que sacármela de encima mientras que Gabriel y Juan me paraban del suelo y me volvían a sentar en el sillón. Sentía un ardor en la parte del estómago y tuve que levantarme la polera para ver múltiples moretones por todos lados.

Se me quedaron mirando mientras yo me tocaba cada moretón y gemía ante el dolor.

-Yo no pude dejarte así. –dijo la rubia poniendo los ojos como plato.

-No te preocupes, no has sido tú. –le digo dedicándole una sonrisa sincera.

-¿Y quién ha sido? –interrumpe ésta vez el padre de Mariane.

-No creo que me crea, señor. –le digo algo incómodo, sería difícil creer que su hermano me haya hecho esto.

-Fue su hermano, Frank. –suelta Gabriel encogiéndose de hombros como si el tema del que se hablaba no fuera para nada delicado.

-¿Cómo que mi hermano Frank? –dice incrédulo–. Eso es imposible.

-Créame que es posible. –le digo yo mirándolo a los ojos–. Él es el responsable de todo esto y para eso hemos venido acá.

-¿Para qué? ¡Ustedes son los responsable de todo! –comienza a gritar Ashley tratando de soltarse del agarre del amigo.

-No sabemos por qué lo hizo. A nosotros nos contrató. –les digo algo apenado–. No creí que llegaría a tanto.

-¿Y qué hacen aquí? ¿Por qué Mariane no está con ustedes? –vuelve a preguntar Ashley.

-No sabemos. –le digo revolviéndome el pelo–. Todo sucedió muy rápido. Un día estábamos en el departamento y al otro nos encontrábamos en una bodega. En la madrugada se la llevaron.

-¿Quién? –pregunta la madre de Mariane al borde de las lágrimas.

-Frank. –contestamos al unísono Juan, Gabriel y yo.

Todo quedó en silencio, deben de estar procesando toda la información que le acabamos de dar y a decir verdad aún queda bastante por contar.

Miré a los dos idiotas que se encontraban a mi lado. Juan ya estaba jugando en su celular y por eso no aportaba nada en el asunto, mientras que Gabriel pasaba la mirada por el lugar alucinado. La casa era realmente hermosa.

-Estás queriendo decir que el responsable de que mi pequeña no éste aquí es por mi hermano. –dice el padre más afirmándolo que preguntándolo.

-Sí. No queríamos hacer esto y yo me puse a investigar qué era lo que Frank quería llevar a cabo teniéndola a ella. –le digo mirando el piso, me sentía avergonzado por todo–. Fui a su oficina, la que tiene acá en la ciudad, pero no encontré nada. Solo un cajón cerrado con llave, ahí debe tener información importante pero no logré hallar la llave para abrirlo y después llegó él.

-¿No alcanzó a ver lo que hacías? –pregunto el amigo que al parecer se llamaba Esteban.

-No estoy seguro. Quizás lo sospechó. –le digo algo dudoso.

-Es lo más seguro. –interviene Georg, el padre–. Frank es realmente astuto en esas cosa y a nuestro padre no le gustaba su forma de pensar las cosas.