Cada uno en su lugar II:

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Me desperté en un sitio que no conocía de nada, estaba en una camilla de un hospital con mi vestido manchado de sangre puesto y no sabía que estaba pasando así que decidí levantarme.

-¿Dónde vas?- preguntó una voz femenina que no conocía.

-¿Qué me ha pasado?- pregunté.

-Te has desmayado mientras atendían a tu hermano.- contestó con su cara totalmente seria pero sin parecer borde.

En ese momento lo recordé todo y  sin hacer caso a la enfermera salí corriendo en busca de mi hermano.

-¡No puedes hacer eso, ven aquí!- chilló aquella enfermera mientras yo corría a recepción, necesitaba saber si mi hermano seguía vivo.

Corrí hacía un especie de mostrador donde había una mujer mayor con una cara de pocos amigos que no podía con ella.

-¿Puede decirme donde está Tyler Wesley?- pregunté un tanto alterada.

-¿Su nombre es?- contestó con muy pocas ganas.

-Cloe Wesley- dije aún más nerviosa.

-El Señor Wesley se encuentra en observación y el horario de visitas no está disponible , tendrá que esperar hasta mañana.- dijo con su voz insoportable y maleducada.

-Mire Señora , que esté amargada no es mi problema, ahí fuera hay miles de persona queriendo un trabajo y usted está aquí siendo una maleducada que no valora lo que tiene.- Hice una pausa cabreada.- Sé que esto no es el mejor trabajo del mundo pero aunque no lo sea, cuando las personas vienen aquí se merecen recibir un buen trato y una sonrisa por su parte porque nunca sabes por lo que están pasando, así que sea amable siempre.- finalicé cabreada y noté que aquella mujer se quedó en shock mirándome y las personas que estaban detrás de mi empezaron a aplaudir.

-Bien dicho, jovencita.- dijo un anciano que estaba con su mujer.

La mujer de recepción se quedó  callada hasta que decidió hablar.

-Dis...Disculpe... -dijo avergonzada- Planta tres habitación dieciséis.

-Gracias.- contesté con una sonrisa antes de ir al ascensor.

Apreté el botón para llamar al ascensor y  en unos segundos estaba ahí.

Entré y me quedé mirándome al espejo, estaba horrible muy blanca y  cansada, sentía que en cualquier momento me podría volver a desmayar pero ahora mismo mi prioridad era Tyler.

Se abrieron las puertas del ascensor pero cuando fui a salir me volví a marear pero conseguí mantenerme en pie.

Seguí caminando hasta llegar a la habitación donde supuestamente debería estar mi hermano.

-¿Tyler?- pregunté abriendo la puerta con cuidado pero nadie contestó y me preocupé más aún.

Vi que estaba en aquella cama con los ojos cerrados y muy pálido.

-¡Tyler, no porfavor no hagas esto lo siento mucho de verdad tenía que haberte sido sincera  no puedes hacerme esto!- dije muy alterada mientras las lágrimas salían de mis ojos.

Estuve un buen rato abrazada a él llorando hasta que alguien entró en aquella habitación.

-Señorita, no debería estar aquí.- dijo una mujer con una bata blanca, se suponía que era la doctora.

-Es mi hermano.- dije sonándome la nariz.

-Tranquila, se  pondrá bien.- hizo una pausa acercándose a la cama de mi hermano.- Está sedado, hemos tenido que llevarlo a quirófano.- continuó.

YO SOY CLOEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora