YO SOY CLOE

Debate: La traición.

Chris se sentó detrás mía y esperó a que el profesor hablase.

-Es un tema complicado para lo que estoy pidiendo, pero creo que sería un buen reto.-dijo el profesor rascándose la barbilla pensativo.- Ahora debéis de responder a la siguiente pregunta en los grupos que yo pondré.

Estábamos todos en la clase esperando a la pregunta y deseando que nos tocase un buen grupo de trabajo.

-Los grupos serán los siguientes.-hizo una pausa mientras iba señalando haciendo grupos.-Por último, vosotros tres.-dijo señalando a Chris, Dylan y a mi.

-Lo que me faltaba.-dije en voz alta sin percatarme de ello.

-¿Algún problema Cloe?- preguntó el profesor.

-No no, ninguno.-dije seria.

-La pregunta es: "¿Qué producto podemos ofrecer para las personas que sufren una traición?". Tenéis esta clase para realizar un debate inicial y dos semanas para pasarme el trabajo en papel.- finalizó.

Esto cada vez se estaba poniendo más difícil, parecía que el mundo quería ponerse en contra y unirme a estos dos cada dos por tres. 

¿Qué te he hecho yo?

Me levanté para ponerme con mi grupo y empezar el trabajo.

-¿Qué ideas tenéis?-pregunté sin obtener respuesta de nadie.

Giré los ojos demostrando desesperación.

-Tenemos que hacer un debate inicial y así no vamos avanzar, si no os importa, colaborar un poco.-dije cabreada.

-Cloe tiene razón, debemos ser profesionales.-dijo Dylan apoyándome.

-Como no, el novio perfecto dándole la razón a la rubia tonta.-dijo Chris para ofenderme.

Dylan se levantó para enfrentarse a él pero conseguí ponerme en medio de ellos dos.

-¿Podéis dejar de comportaros como machos en celo?-dije cabreada.

Dylan me hizo caso pero Chris se puso a reírse.

-¿Qué mierdas te pasa?-dije alterada, ya estaba acabando con mi paciencia.- No se qué mierdas te he hecho pero te estas pasando ya.-dije alzando la voz sin darme cuenta de que toda la clase nos estaba mirando.

-Eres una pringada que va de que tiene que demostrar algo y lo único que demuestras es que eres igual que todas, una aprovechada de mierda.-dijo cabreado levantándose sin quitarme la mirada de los ojos.

-Chicos, si siguen así los voy a castigar.- amenazó el profesor.

-Tú si que das asco, eres un bipolar de mierda.- exploté cabreada y le di una torta en la mejilla.

Christoffer estaba que echaba humo de dentro, estaba rojo y cabreado.

-¡Los tres fuera ahora!- dijo el profesor muy cabreado.

Cogí mis cosas y salí de la clase sin mirar a nadie, estaba muy molesta por como me había tratado ese idiota ahora.

-¿Queréis suspender y que llame a vuestros padres?-dijo cabreado el profesor.-Debéis ser profesionales y dejar vuestras diferencias fuera de la clase.-finalizó.

-Ha empezado él.-me defendí.

-Me da igual Cloe, ahora van a pagar todos justos por pecadores.-dijo mirándonos a los tres.- Vendréis durante toda la semana a hacer el trabajo de tarde en clase y no podréis negaros. Empezáis desde hoy.-dijo antes de marcharse.

Ahora me tocaba quedarme sin mis tardes libres por culpa de este idiota, estaba muy cabreada.

-Eres un inútil.-dije mirándo a Christoffer.

-Y tú una zorra.-dijo antes de girarse.

No iba a contestarle porque esto iba a acabar muy mal, prefería darme la vuelta e irme.

[...]

Ya era de tarde y me tocaba irme al instituto para hacer el maldito trabajo.

-Tyler, me tengo que ir.-dije despidiéndome.

-¿Has visto a Thalia?-preguntó triste.

-Sí y tenéis que hablar las cosas.-dije preocupada yéndome por la puerta.

No tardé mucho en llegar al instituto y ya estaba Dylan allí.

-¿Cómo estas?-preguntó preocupado.

-Cabreada, no entiendo qué mierda pasa.

-No te preocupes ya se le pasará.

-Que le den, dudo mucho que aparezca ese inútil.- dije sacando mis cosas de mi bolso para ponerme a hacer el trabajo.

Estuvimos toda la tarde adelantando el dichoso trabajo y Chris no apareció en ningún momento. Menudo idiota. 

Estaba muy cabreada con él, se había enfadado sin motivo alguno y desaparecido sin ninguna explicación. 

Ya era tarde y Dylan me acercó a mi casa.

-Cloe, mañana nos vemos, intenta descansar y deja de darle vueltas a la cabeza.

-Gracias, no te preocupes estaré bien yo siempre lo estoy.

Dylan se acercó mucho a mi hasta el punto que podía sentir su respiración pero no hizo nada solo me abrazó y dejó un beso en mi mejilla. Eso había causado algo en mi. Me sentía cansada ya de toda esta situación y no sabía como gestionarla.

-Hasta mañana.-dijo alejándose de mi.

Que se separara de mi había causado que me sintiera más sola todavía, necesitaba a alguien no me sentía bien pero no puedo depender siempre de los demás cuando mis emociones se desbordan.

Entré en casa sin decir nada y me encerré en mi habitación. Necesitaba tranquilizarme y pensar las cosas bien antes de tomar cualquier decisión.