YO SOY CLOE

Dos caras:

Llegamos a casa y primero llamé a Thalia, tampoco sabía nada de ella y necesitaba que me ayudara en este plan.

-¿Cómo se supone que quieres sacar a mi hermano de allí?- preguntó mi amiga algo cabreada.

-El plan es fácil, sólo necesito que no me dejéis sola ante el peligro.- dije mientras comía mi plato de arroz.

-Adelante.- dijo Tyler.

[...]

Llegó la noche y todo estaba listo para hacer mi plan, debo confesar que estaba nerviosa porque si salía mal, ya no habría ninguna forma de sacar a Christoffer de allí.

*HORAS ANTES*

-Cloe, no me gusta tu plan, si sale mal, lo mato.- dijo Tyler cabreado.

-Tenemos que hacerlo, hay un inocente entre rejas y me importa ese chico.- dije justificándome.

-Amiga, es mi hermano pero esto es una locura.- dijo Thalia preocupada.

-Se lo debo...- dije animándome.

*ACTUALMENTE*

Estaba en la puerta de aquel hotel nerviosa, no sabía que iba a pasar esta noche. 

-Oh... por fin has decidido entrar en razón.- dijo Scott.

-No es que haya entrado en razón, estoy cansada de todo esto, has acabado con todo lo que me importaba, has ganado...- dije triste.

-No te creo, tú no eres así, Cloe.- dijo apoyado en el marco de la puerta de aquella habitación de hotel.

-Scott, estoy siendo completamente sincera, estoy cansada de esta farsa, no podré ser feliz en ningún sitio si no es a tu lado porque si lo intento lejos de ti, lo destruirás todo... Hay un chico en la cárcel por tu culpa y todo porque soy...- hice una pausa, me costaba decir aquellas palabras.

-Dilo y perdonare todo lo que me has hecho todo este tiempo.-dijo manteniendo su compostura.

-Soy...- era difícil tener que decirlo de verdad- Soy tuya...-dije rompiendo en lagrimas.

-Entra.- dijo apartando su cuerpo medio desnudo de la entrada.

Me senté en aquel sofá y él me imitó.

Se acercó a mi y me besó yo le seguí el beso.

-Te quiero y siempre lo haré...- dijo acariciando mi mejilla.

-No se hace daño a quien se quiere y querer no es poseer...- dije triste.

-Lo hago por tu bien, a veces se necesita mano dura.- dijo serio.

-No quiero que me vuelvas a hacer daño, Scott...- dije sin mirarle a los ojos.

-Pórtate bien y no te pasara nada, lo prometo.- dijo volviendo a  besarme.

Me senté encima de él mientras continuaba besándolo en poco tiempo mi camiseta salió volando detrás del sofá y yo me quedé en sujetador.

-Me encanta, eres mía.- dijo mientras acariciaba mi abdomen.

-Au, para.- dije quejándome, porque había rozado la herida.

-Perdona, pequeña... Esa bala no iba para ti... pero te pusiste en medio y la única forma que tenía de quitarme a ese capullo de en medio era culpándolo a él.- se justificó.

-No debiste perder los nervios de esa forma...- dije algo intranquila.

-Haberme hecho caso a la primera y no pasaría eso.- dijo justificándose de nuevo.