(NARRA CLOE)
Mis ojos pesaban, podía escuchar lo que estaba pasando a mi alrededor pero no podía controlar mi cuerpo, seguramente me habían puesto algún calmante.
-Doctor, ¿cuándo despertará?-preguntó una voz de una mujer que me sonaba muchísimo.
-Esperemos que pronto, ya hemos dejado de ponerle calmantes, en un par de horas podrá usted hablar con su hija.- dijo la voz de un hombre.
¿su hija?
¿A caso mi madre a venido hasta aquí?
[...]
Pasó un largo período de tiempo y pude controlar mis movimientos hasta conseguir abrir los ojos.
-¡Cloe, mi hija estas aquí!- chilló aquella mujer con el pelo castaño, piel pálida y sus preciosos ojos verdes en lágrimas.
No podía hablar, estaba muy confusa...
-¿Qué... hago aquí?-pregunté muy extraña de mi, notaba que me dolía todo el cuerpo.
-Te han disparado, pero tranquila han detenido al chico que lo hizo.- me dijo mientras me cogía la mano.
-¿Tienen a Scott?-pregunté.
-¿Scott?- contestó dudosa.- Gracias a él estas viva, si no hubiera parado a ese tal Christoffer...- dijo un poco extraña.
-¡¿Cómo?!.-dije nerviosa mientras me incorporaba de prisa pero noté que me dolía todo.
-Cloe, tranquila estás a salvo.- dijo intentando frenarme.
-¡No, no , no!- dije muy nerviosa.- ¡Scott fue quien disparó!.-dije poniendo los pies en el suelo.
-¡Cloe, estas nerviosa por todo y confundida!- dijo enfadada mi madre.- Scott te salvó y nos llamó corriendo.
-¡Scott miente!.- dije muy cabreada empecé a notar como gotas de sangre corrían por mis piernas y miré mi herida, estaba abierta.
-Cloe, siéntate, te has abierto la herida, tengo que llamar al doctor, ahora vengo.- dijo mi madre dejándome sola y muy cabreada.
¿Qué narices hizo Scott para culpar a Christoffer?
-Por fin solos, a costado que se fuera tu pesada madre.- dijo una voz entrando por la puerta.
Era Scott cerrando aquella puerta y quedándonos solos él y yo, en una habitación de hospital.
-¡Eres un maldito hijo de puta manipulador!- dije levantándome de la cama y mareándome al instante por la pérdida de sangre.
-Sh, no se le habla así a un novio, te he salvado de aquel capullo.- dijo acercándose a mi.
-¡Aléjate, no me toques joder!- le empujé nerviosa.- Christoffer es inocente, tú eres el psicópata que va por ahí con una pistola, no él.- dije intentando aguantar mi equilibrio.
-No te vuelvas a atrever a hablarme así nunca más, recuérdalo.-dijo mientras ponía una mano en mi cuello.
Intenté apartar su asquerosa mano de mi cuello pero alguien entró por la puerta y Scott se abalanzó sobre mis labios pero yo le mordí para alejarlo.
-Scott, estas aquí, tengo mucho que agradecerte por salvar a mi pequeña.- dijo mi madre mientras abría sus brazos para darle un abrazo de agradecimiento.
Ver aquella escena me daba asco, como mi propia madre podía creerle a él y no a su hija.
No podía más con todo esto y tampoco sabía nada de Tyler, ¿habría despertado?
Mis piernas empezaron a flojear hasta que caí al suelo desmayándome de nuevo.
-Enfermera, necesito ayuda en la habitación ciento tres.- dijo aquel doctor.- Por favor, necesitamos que salgan de la habitación.-dijo despachando a mi madre y el cerdo de Scott.
[...]
Me desperté, de nuevo, estoy harta de desmayarme esto es una mierda, necesito salir de aquí y controlar mi vida de una vez.
-Buenos días dormilona.-dijo aquel doctor.- Espero que no vuelvas a forzar el abdomen o te volverás a desmayarte.- dijo sonriendo.
Era un doctor joven esta vez y bastante guapo, la verdad.
-Necesito hablar con usted a solas.-dije siendo respetuosa.
-Puedes hablarme de tu, tranquila soy el Doctor Thais.- dijo siendo amable.- ¿Qué necesitas?- preguntó.
-Thais, primero necesito saber cómo está mi hermano Tyler.- dije intentando estar tranquila.
-Está en rehabilitación y en buenas condiciones despertó hace un par de días.- dijo tranquilo.
-¿Cuánto se supone que llevo aquí?- pregunté algo confundida.
-Hace dos semanas.- dijo mirando un informe médico.
-¡¿Qué?!- dije nerviosa.
Si llevo dos semanas aquí eso supone que Christoffer está en la cárcel hace dos semanas...
Mierda, mierda, mierda...
Tenía que sacarlo como fuera de allí, él no era el culpable.
-Thais, el que me disparó.-dije antes de ser interrumpida por él.
-Sí, aquel chico Christoffer creo que era.- confirmó.
-Él no me disparó...- dije triste al pensar que aquel chico estaría entre rejas por mi culpa.- Yo recibí la bala que disparó Scott.- dije esperando respuesta por parte de aquel chico.
-Cloe, eso no puede ser, el arma estaba cubierta de sus huellas.- dijo.
-Es mentira joder, Scott ese tío es un puto maltratador de mierda que no me deja vivir tranquila y si no soy suya no seré de nadie. Hará lo que sea por tal de que no pueda tener mi propia vida.- dije poniéndome muy nerviosa, necesitaba volver a mi vida normal y corriente y nadie estaba ayudando.
-Haremos un trato.-hizo una pausa.- Tú me prometes cuidar la herida y yo prometo ayudarte a desenmascarar a ese tal Scott.
-De acuerdo, pero cumple tu trato, Thais, hay una buena persona entre rejas por culpa de un cabrón.- dije triste.
[...]
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Ahora seguiré escribiendo otro capítulo.
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YO SOY CLOE
Teen FictionYo soy Cloe, tengo 18 años y decidí mudarme con mi hermano a España porque estoy cansada de vivir bajo las normas de mis padres en Texas. No sé si se lo he comentado pero, no soy la clase de persona que estáis pensando, seré rubia pero no tengo un...