Bubbline

Capítulo 6: Magia

Marceline

Me senté de brazos cruzados delante del escritorio de Betty, mientras ella revisaba unos papeles. El silencio era abrumador, pero quería que siguiera así, no podría soportar oír cualquier cosa de esa... Mujer. 

Betty - Bien, - Comienza ella. - aquí dice que la señorita BonnieBell y Tú tuvisteis una pelea el primer día. ¿Me podrías dar la razón?

Marceline - ¿No lo pone el esos papeles? - Digo yo distante.

Betty - Quiero oír tu parte de la historia.

Marceline - Nos enfadamos, eso es todo. Malinterpretamos cosas y al final nos dimos cuenta de que eran tonterías y nos perdonamos mutuamente.

Betty - ¿Y ahora sois amigas?

Marceline - Sí, supongo.

Betty - ¿Supones? ¿Es que sois algo más?

Marceline - ¿Cual es el punto?

Betty - Solo leo el informe. Según tengo entendido, vuestra relación es íntima.

Marceline - Se podría decir.

Betty - Aquí dice que una profesora os encontró... Haciendo cosas indebidas en la clase.

Marceline - Solo la estaba molestando, ¿Está bien? No es como si la hubiera besado de verdad.

Betty - Así que es una especie de juego. ¿Ella está de acuerdo con eso?

Marceline - Supongo...

Betty - Hm... Dime, ¿Tus intereses han cambiado estos últimos años?

Ese comentario me provoca un ardor en el estómago.

Marceline - ¿Ahora hablamos de los últimos años, orientadora?

Betty - Marceline, yo...

Marceline - Según usted, no nos conocemos, así que...

Betty - No podría arriesgarme a perder este trabajo, Marceline. Si sabían que te conocía, quizás no me aceptarían...

Marceline - Sí, ya se lo mucho que te importa la imagen, Betty. - Digo molesta.

Otra vez silencio. Ninguna de las dos quiere hablar. Ninguna de las dos quiere revelar el pasado.

Betty - ¿Cómo está... Él? - Pregunta tímidamente.

Marceline - ¿Ahora te preocupas de él?

Betty - Siempre lo he hecho. Nunca he dejado de pensar en él.

Marceline - No puedes dejar de pensar en él, pero tampoco quieres estar a su lado. Eso no suena muy coherente.

Betty - Marceline...

Marceline - Tiene sus días. A veces tiene sentido lo que dice, puede incluso conducir. Hablamos sobre todo, lo que ha hecho, lo que podría hacer... Y otros días... Solamente se pasa gritando y rompiendo cosas. Me llama Gunter...

Betty - ¿Que grita? - Pregunta ella con curiosidad y miedo por igual..

Marceline - "¡Betty, mi princesa! ¿Donde está Betty? ¡Mi amor!" - Digo yo, imitandolo.

Betty - Aún piensa en mí... - Dice ella mirando al suelo.

Marceline - Por desgracia...

Betty - Marceline, mira, no espero...

Marceline - ¿Qué no esperas? ¿Que te comprenda? ¿Que quieres que de diga Betty? "Pobre Betty, se fue dejando al amor de su vida a manos de una chica de dieciséis años, pobrecita."