Capítulo 16: Viejos Amigos

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Narra Finn

Los días pasaban, lentos y tediosos. El instituto no es el mejor sitio del mundo, pero al menos mantiene mi mente ocupada.

Hacía ya casi una semana que desde que literalmente empuje a la chica que me gustaba a los brazos de mi mejor amiga, pero, ¿Qué se le va a hacer? Ellas son felices, así que yo también...

Maldita sea, a quien engaño. Estoy triste. Quiero decir, estoy feliz por ellas, realmente me alegro de que les vaya todo bien. Me gusta haber ayudado a que estén juntas... Pero, realmente siento que no puedo simplemente olvidar todo lo que sentí por Chicle y dejarlo pasar.

Entro en clase con Jake, viendo que Bonnie y Marcy ya estaban allí.

Jake - ¡Hola, chicas! - Dice Jake animado, poniéndose en su sitio habitual.

Finn - Buenos días. - Digo sonriendo, sentándome yo también. El profesor no había llegado aún, así que la clase estaba algo dispersa.

Marceline - ¿Cómo sigue tu mano? - Pregunta Marceline.

Finn - Ah, bien. Ya ni me acordaba. - Digo mirando mi mano vendada.

Bonnie - Tendrías que tener más cuidado. - Me regaña Bonnie.

Marceline - Es verdad, no queremos que pierdas un brazo. - Se ríe ella, siendo pellizcada la mano por Bonnie, supongo que por aquel comentario. - ¡Ay!

Bonnie - Como sea, el profesor está tardando más de lo habitual.

Marceline - Mejor, así tenemos más tiempo libre. - Dice Marceline estirando los brazos y bostezando.

Bonnie - No tienes remedio... - Suspira ella, mirando a Marceline, la cual le mira con una mirada tierna.

Marceline - Pero eso te encanta... - Dice acercándose levemente a Bonnie, parándose al instante, mirándome por el rabillo del ojo.

Yo sonrío me encogo de hombros, girándome y dando un gran bostezo.

Bonnie - ¡Para, aquí no! - Replica ella, apartando a Marceline con su mano.

No me molestaba que expresasen así su cariño. No iba a ser yo quien me interpusiera en eso, pero, aún así... Siento como... Si tuviera un... Chicle pegado al corazón.

Me estiro en mi mesa, cerrando levemente los ojos, algo cansado, cuando noto el silencio que, solo se puede conseguir cuando un profesor entra a un aula.

Efectivamente. El profesor entraba al aula, más, no estaba solo, le acompañaba alguien: Una chica nueva.

Marceline - Uhh... Oficialmente ya no somos los nuevos. - Comenta Marceline mirando a la nueva.

Profesor - Bien chicos, tenemos un nuevo integrante... Otra vez. Por favor, preséntate. - Le dice desganado el profesor.

Jake - Espera un momento... Finn, ¿Esa no es...?

Abro los ojos de sobremanera al ver el rostro de aquella chica, a la vez que me comienza a temblar el pulso al igual que la voz.

Aquella tez morena, ojos oscuros y... Pelo rojo.

Phoebe - Mi nombre es Phoebe Fire. He sido trasladada a esta ciudad por temas familiares. - Dice, explorando con sus ojos a toda la clase, hasta, finalmente, posar su mirada en mi, cambiando su expresión de la cara a una algo más agresiva.

Profesor - Elige asiento y comencemos con la clase. - Sentencia el profesor al ver que no tiene nada más que decir.

Phoebe comienza su caminata, pasando por mí lado sin mirarme, para ponerse al final de la clase. La aburrida explicación comienza, pero solo logro concentrarme en una cosa, una pregunta muy simple: ¿Qué hace ella aquí?

Marceline - Finn. - Me llama ella detrás mío, susurrándome para que el profesor no la pillase.

Finn - ¿Qué pasa? - Pregunto yo.

Marceline - ¿Por qué hay esa tensión sexual entre tú y la chica nueva? - Pregunta ella, descolocándome totalmente, dejándome sin saber qué decir.

Bonnie - ¡Marceline! - Exclama ella, imitando el tono de voz de su novia. - No puedes decir eso.

Marceline - No puedo ser la única que lo ha notado. - Suspira ella recostándose la silla.

Jake - Es algo... Complicado. - Dice Jake, al cual le mando una mirada furtiva para que no diga una palabra más.

Finn - Es una... Conocida. No acabó muy bien la cosa. - Digo yo, recordando aquella época en la que Phoebe y yo estábamos tan unidos...

Un sentimiento de nostalgia comienza a invadirme, haciendo que recuerde por qué dejamos de ser amigos.

Finn - Ja... - Sonrío yo, mirándola de reojo. - Realmente soy un idiota. - Digo para mí mismo, poniéndome mi capucha. - No me apetece hablar de eso chicas. - Digo volviendo a concentrarme en la clase.

Es gracioso que justo cuando estoy pasando por esta mala etapa aparezca ella. Quizás el universo me odia... O quizás... Sea una señal del destino. Durante las clases siguientes pensé más de una vez en hablar con ella, pero no encontraba el momento, tampoco sabría que decirle. Hace años que no nos hablamos.

El timbre del recreo suena, haciendo que todos se levanten para buscar algún sitio en el que pasar su tiempo libre. Pero Phoebe se queda quieta, sacando su comida para comérsela allí mismo.

Marceline - Quizás... Si hablas con ella. - Me dice Marcy por detrás.

Finn - No es tan fácil... - Digo algo apenado.

Bonnie - ¿Deberíamos invitarla a comer con nosotros? - Dice Chicle, al lado de Marceline.

Jake - Esa sería una idea horrible. - Dice Jake, justo antes de que Marceline se fuera sin decir nada, dirigiéndose hacia Phoebe.

Finn - Oh, no... - Digo yo tapándome la cara con las manos.

Veo como Marceline se acerca a decirle algo a Phoebe, la cual le contesta... ¿Sonriendo? Parece que se están llevando bien. Marceline me señala, lo que hace que la vista de Phoebe se fije en mí, para después volver a la conversación. Veo como Marceline se escribe algo en la mano, y luego se despide de ella, volviendo con nosotros.

Finn - ¿Q-Qué ha pasado? ¿Qué te ha dicho? - Digo intrigado.

Marceline - He conseguido hablar con ella, es muy amable. - Jake suelta una pequeña carcajada al comentario de Marceline, pero ella prosigue. - Me dado su numero. - Anuncia ella. - Y también me ha mandado un mensaje. - Dice mirándose la mano. - Dice que... Finn eres un cerdo asqueroso y que no quiere que... - Gira la cabeza, achinando los ojos. - No entiendo mi letra. Como sea, que te odia. - Dice sonriendo.

Bonnie - ¡Marcy! - Le regaña dándole un golpecito en el brazo. - ¿Y si es así por qué estás tan feliz? -

Marceline - Oh, porque me hemos quedado con ella el sábado. He descubierto que compartimos muchas cosas. Las dos creemos que nuestros padres son unos cerdos y además me ha dicho que nos invitaría a un helado. Ye estaba pensando en pedírmelo de chocolate... - Dice ella divagando.

Bonnie - No vamos a ir. Tenemos que apoyar a Finn.

Marceline - P-Pero... Bonnie... El helado... - Dice ella haciendo un puchero.

Bonnie - Te puedo comprar todo el helado que quieras.

Marceline - ¿En serio? ¿Y puedo hacer lo que quiera con él? - Dice sonriéndole, haciendo que Bonnie se ponga roja como un rubí.

Bonnie - Ya lo hablaremos... - Dice entre dientes. - Pero sea como sea, no vamos a ir con alguien que odia a Finn.

Marceline - Como quieras, pero si vamos podríamos descubrir por qué está tan enfadada... Y... Quizás Solucionarlo. - Dice mirándome.

Finn - C-Chicas, no tenéis que hacer nada por mí. Podéis quedar con ella, de verdad. A mi no me importa en lo absoluto.

Bonnie - ¿Seguro, Finn? - Dice Bonnie mirándome con duda.

Finn - Claro... Divertíos con el helado. - Digo sonriente.

Marceline - Esa es la idea. - Apunta Marceline lanzándole una mirada pícara a Bonnie, la cual aparta rápidamente la mirada, una vez más, con la cara toda sonrojada.




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