Capítulo 28: Hogar dulce hogar

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Bonnie

Hoy, domingo, a escasos cinco días del evento que se realizará en el instituto, en el cual Marceline estaba poniendo todo su esfuerzo para que el grupo de música pudiera sobresalir... Ella y yo nos embarcaremos en una epopeya épica a los, imagino, peores suburbios de una ciudad llena de engaños y traiciones.

Marceline ayer me dijo que su padre la recogería hoy, por lo que hemos quedado temprano para poder asimilar y pensar con calma lo que iba a hacer Marceline.

No sabía cómo se presentaría el hombre o mujer que había encargado el padre de Marceline para recoger a su hija.

Esperando, cogidas de la mano para calmar los nervios de Marceline, veo, para mi sorpresa que una limusina exageradamente grande aparca delante de nosotros.

Marceline - Ah... - Suspira ella. - Aquí está. - Sentencia ella, afirmando que nuestro vehículo había llegado.

Bonnie - Wow, no era para nada lo que me imaginaba...

Marceline - ¿Qué te esperabas? ¿Que un motero lleno de tatuajes te haría montarse en su sidecar para llevarnos a un barrio marginal? - Se ríe de mí entrando en la limusina.

Bonnie - De hecho creía que serías tú quien fuese en el sidecar y yo en la parte de atrás de la moto. - Le corrijo siguiéndole la broma, entrando junto a ella.

Marceline se estira en uno de los grandes sillones de la limusina.

Marceline - Cerca tuyo hay un mini bar, pásame lo que sea... - Dice levantando la mano, sin moverse.

Yo acato la orden y abro el mini bar, pero...

Bonnie - Aquí solo hay alcohol, Marcy. - Apunto yo.

Ella se queda callada un momento para luego responder:

Marceline - Dije lo que sea.

Yo, ante tal desfachatez le doy un golpe en la frente.

Bonnie - No nos vamos de fiesta, vamos a ir a ver a tu padre para algo importante. - Le recuerdo yo.

Marceline - De hecho... Seguramente nos vayamos de fiesta. Verás, no te lo he contado, pero mi padre es algo así como el rey del infierno, ¿Sabes? - Dice ella ambiguamente. - Es dueño de un local nocturno muy famoso llamado the heaven. - Explica. - El nombre es completamente irónico.

Bonnie - Gracias por la aclaración. Pero, ¿Dices en serio que saldremos de fiesta? - Pregunto extrañada.

Marceline - Bueno, conociendo a mi padre... Que no es mucho, pero... Seguramente tenga preparada una suit en un hotel de 5 estrellas con un armario lleno de vestidos preciosos, zapatos magníficos y una gran variedad de cosméticos para arreglarme y salir perfecta para pasar una noche loca. Es como su modus operandi, ¿Sabes? La día siguiente me hará ir a su oficina ya hablar con él sobre cualquier tontería.

Bonnie - Entiendo lo que dices, pero no lo comprendo muy bien. - Explico yo.

Marceline - Bueno, supongo que es su manera de compensar una década y media de abandono y rechazo por su parte. Como sea, se verá cuando lleguemos...

Bonnie - Además... ¿Dos días? ¡Mañana tenemos clase! - Exclamo yo dándome cuenta de la situación.

Marceline se queda callada mirando hacia otro lado.

Marceline - Si quieres... Aún estás a tiempo de quedarte. - Me dice ella con una voz tímida y llena de pesar.

A pesar de no querer manchar mi historial académico, era totalmente impensable dejar a Marcy sola en una situación cómo esta, cuando más me necesita...

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⏰ Última actualización: Apr 06, 2020 ⏰

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