BLUE PHOENIX ↯ JUSTICE LEAGUE|✔

TWENTY FIVE • THE TRUTH.

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02 • CHAPTER TWENTY FIVE: 
THE TRUTH.

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LA JOVEN SULLIVAN DIO UNA MORDIDA al trozo de una pizza que había obligado a Bruce a comprarle para el camino, argumentando que ella se lo merecía por haber salvado el mundo un par de días atrás.

"Pero no lo hiciste tú sola" hubo refutado el pelinegro en un refunfuño mientras le compraba la pizza, "Sí, pero no eres tú quien tiene un mechón de cabello azul y el cuerpo tan moreteado como una berenjena por los golpes de ese pelmazo de Steppenwolf" argumentó ella, saliéndose con la suya al final de cuentas.

Se dirigían hacia Smallville, hacia la casa de los Kent en específico, debido a que Bruce había recuperado la casa para ellos ahora que Clark había vuelto (en realidad lo habían traído, pero esos eran pequeños detalles, pfff) y Blue había insistido en ir con él porque quería ver a la señora Kent y a Clark, para ver si la recordaba. La última vez que lo vio, ella tenía unos ocho o nueve años, y había cambiado demasiado físicamente, siendo sinceros.

Al llegar por fin a la propiedad de los Kent, Blue mordió el último pedazo que le quedaba de la pizza y salió del lujoso Mitsubishi de Bruce, con este quejándose de que ella tenía las manos sucias. Ambos se acercaron a la propiedad, mientras varios hombres ayudaban a meter las cosas dentro de la casa. Lois Lane también se encontraba ahí, ayudando a la señora Kent y a Clark, y Blue estaba segura de que si no hubiese ocurrido nada de lo que pasó en su vida antes de conocer a Bruce, seguramente ella también estaría ayudando con la mudanza.

Clark se les acercó, metiendo las manos dentro de su chaqueta y dijo, dirigiéndose claramente a Bruce:

—Gracias no es suficiente por lo que hiciste.

Ahí estaba él, siendo siempre tan... Blue ya no tenía ni siquiera palabras para describir a Clark Kent.

—Solo corregí un error, eso es todo —respondió el pelinegro, con una modestia que Blue no conocía.

Clark esbozó una sonrisa, y giró en su propio eje, quedando junto a Bruce y mirando a su madre —quien seguro no había visto a Blue— y a Lois Lane, quien cargaba una caja, y ambas le sonrieron.

— ¿Cómo recuperaste la casa del banco? —Quiso saber el kriptoniano.

—Compré el banco.

Ahí estaba el Bruce multimillonario para nada modesto que Blue conocía. Las cosas ya se sentían normales de nuevo, luego de esa declaración.

Clark quedó extrañado ante la confesión y giró a ver al pelinegro, quien solo sonrió y le palmeó la espalda. Los dos comenzaron a caminar en dirección a la casa, con Bruce detrás de ellos.

— ¿Todo el banco?

—Es como un reflejo que tengo, no sé.

Al llegar al frente del pórtico de la casa, Blue suspiró. Ese pórtico le traía muchos recuerdos, y eran buenos recuerdos para variar. Miró la casa, y la señora Kent salió de su interior. Blue se quedó quieta en su lugar mientras Clark y Bruce conversaban a un par de metros alejados de ella, mientras Martha Kent la miraba fijamente, como si no pudiese creer que ella estaba ahí.

(Eso le confirmó a Blue que Martha Kent no la había visto llegar con Bruce).

—Había escuchado a varias personas decir que te habían visto por el pueblo unos meses luego de que te llevasen a Arkham —dijo Martha bajando los escalones del pórtico—, pero no podía creerlo, y ahora, te veo aquí parada en frente de mi casa y con un mechón de pelo azul —la joven Sullivan se rió, colocando ese mechón detrás de su oreja derecha—. Ven aquí preciosa.