TWENTY NINE • CIVIL WAR.

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02 • CHAPTER TWENTY NINE: 
CIVIL WAR.

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LA JOVEN SULLIVAN ENTRECERRÓ LOS OJOS y miró fijamente el picaporte de la puerta, debatiéndose entre salir o no salir de su habitación. Habían pasado varios días desde que Dick Grayson llegó para pasar las vacaciones navideñas en la mansión Wayne, pero desde aquella tarde en la que Blue hubo descubierto que se comió su pizza sin su permiso, habían firmado una declaración de guerra en silencio.

Todo comenzó la mañana siguiente a ese día, con Blue gritando antes de bajarse de la cama, al notar que el suelo de su habitación estaba lleno de cucarachas —incluyendo las voladoras. Esa mañana Blue estuvo a punto de sufrir un infarto a causa de esos insectos—, claramente obra de Dick. Luego continuó Blue, quien al haberse percatado de que Dick se hubo quedado dormido en la sala de estar, le pintó la cara con marcadores indelebles en varios colores, pero lo que más destacó de eso fue, que en la frente le hubo escrito con marcador indeleble color negro "Yo «corazón» los penes", añadiendo al lado del escrito un pequeño dibujito que hacía referencia al escrito (ya se podrán imaginar cuál dibujito). Blue le hubo tomado una fotografía con su celular para tener el recuerdo y poder chantajearlo cuando fuese necesario. Lo que le supo a Blue a dulce venganza, fue cuando Dick despertó y se miró en un espejo. Se rió durante media hora encerrada en su habitación, mientras escuchaba al muchacho quejarse y despotricar en contra de ella.

Pero Dick se las desquitó, entrando en el baño de Blue mientras ella se encontraba en la cocina hablando con Alfred y mostrándole un dibujo que había hecho, cambiando las manillas de la regadera, colocando la que indicaba agua caliente en donde salía el agua fría, y la del agua fría en donde salía el agua caliente, añadiendo a eso una pequeña —gran— araña tarántula que le diese la bienvenida cuando ella entrase al cuarto de baño para darse una ducha.

Incluso, uno de esos días durante la guerra en curso, Alfred llegó a preguntarle a Bruce "¿No viene siendo hora de que intervenga, amo Wayne?", a lo que él le respondió "No van a llegar a matarse Alfred, luego de esto, los verás siendo tan amigos que no recordarás ni siquiera que se hubieron gastado bromas pesadas entre ellos".

Y así era como llegábamos a lo que ocurría en esos momentos. Blue desconfiaba demasiado en Dick, y estaba segura de que alguna broma la esperaba cuando saliese de su habitación, o vendría cuando menos se lo esperase. Luego de dudarlo varias veces, y con el estómago rugiéndole del hambre, la muchacha salió de su habitación y bajó las escaleras, dirigiéndose hacia la cocina. Parecía una paranoica en potencia mirando a todas partes, esperando a que la broma de Dick llegase, y eso la tenía desquiciada. Si tan solo él no se hubiese comido su pizza aquella vez, no estaría pasando nada de nada.

Blue se asomó por la cocina, y al encontrar solo a Alfred, soltó un suspiro de alivio. Por los momentos no se encontraba en peligro... Solo por los momentos.


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Todavía no termino de entender el porqué de esa guerra macabra de bromas que se traen ese muchacho y tú —dijo Mitchell frunciendo el ceño, mirando a su mejor amiga desde el otro lado de la pantalla.

—Él se comió mi pizza, y yo lo amenacé —respondió Blue soltando un gruñido mientras cepillaba su cabello húmedo—. Él comenzó con esta guerra, yo no me iba a quedar de brazos cruzados.

BLUE PHOENIX ↯ JUSTICE LEAGUE|✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora