El cielo se iluminó en tonos rojizos y amarillos, el sonido hizo eco en todo el planeta y las miradas de los millones de habitantes estaban fijos en el oscuro manto que vestía la fría noche. Las manos de la princesa se aferraron al pretil de su balcón personal, el viento de la noche hizo que su bata de seda dorada se moviera en la misma dirección que este.
—Su alteza— se reportó el jefe de su escolta inclinando la cabeza en señal de respeto, en caso de ataque estaban obligados a mantenerla en palacio hasta que el peligro hubiese pasado, dos escoltas más se sumarían para vigilar las puertas de sus aposentos.
— Dame tu arma— extendió la mano, pero el soldado de uniforme blanco se quedó estupefacto. —¡Es una orden! — imperó mientras el hombre de ojos violeta le extendió la mano junto con el blaster y la princesa lo tomó con mucha familiaridad, las escoltas se reagruparon para custodiarla, pues ya había salido de su habitación para reunirse con su padre.
En el estudio sólo se encontraban su padre y los altos mandos del ejército, cuando la vieron entrar se levantaron de sus asientos e inclinaron la cabeza no sin antes saludarle.
— No más formalidades, quiero saber de la situación— dejó el blaster en el escritorio y los ojos de su padre viajaron hasta el arma, pero no quiso preguntar por eso en aquel momento; los altos mandos se vieron entre ellos tratando de resumir el incidente.
— Keustery— habló su tío. — Las naves conteiner fueron destruidas además de la flota— miró a cada uno de los militares, estudiando sus facciones y más de uno bajó la mirada al saberse incompetente ante la princesa; suspiró pesadamente antes de ver a su padre.
— ¿Pérdidas? — cuestionó el rey y uno de los comandantes puso el reporte en el escritorio; el Rey pasó el datapad con el sello real a su hija, la cual sólo se mantuvo firme por el orgullo que corría por sus venas.
—¿Quien se atrevió a destruir nuestras naves? — se levantó de la silla. — ¿Quien es tan estúpido para enfrentarse a nosotros? — la puerta se abrió y por ella apareció el general Hux junto con el almirante Sloane, este último hizo una reverencia diferente debido al lugar que tenía en la familia real.
— La resistencia— rompió el silencio el General Hux mostrando en su datapad las grabaciones y como las naves de la resistencia atacaban a los conteiners, la princesa pegó su puño al escritorio propiciando un sonido seco que atrajo la atención de todos. — Parece que la resistencia pensó que dicha carga era para ayudar a la Primera Orden— explicó Orion haciendo que la princesa y el rey se quedasen aún más sorprendidos; en cierto momento su padre había hablado con la líder del movimiento, explicando las razones por las cuales no podría apoyarles; y aunque parecía una mujer sensata en su momento, con aquel acto de guerra había demostrado que no era mejor que aquellos de la Primera Orden.
— Déjanos— ordenó su padre tomándole la mano y la princesa obedeció sólo porque no quería explotar de ira y mandar a todo el ejército a extinguir a los malditos rebeldes.
Se encontró frente a su hermano el cual le tomó la mano, pero esta vez no de forma brusca, sino como antes, desde hace algunos años que su cuerpo la había sobrepasado, que ya no era el niño que corría tras ella con flores para colocarlas en su cabello.
— Suasary— besó su mano y la princesa lo abrazó fuertemente, aunque su espalda sintió el gélido viento del desprecio pues los brazos de su hermano no la rodearon con confort como antes.
— Tengo que irme— exclamó con el nudo de su garganta creciendo como si fuese una flor de noche con los rayos de la luna, bajó los escalones de palacio para ir hacia su trasbordador que la llevaría a su torre. «Perdóname Iahgnes, perdóname» le pidió, pero su hermana ya estaba muy lejos de él como para escucharlo.
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𝑨𝒍𝒍𝒊𝒂𝒏𝒄𝒆𝒔 & 𝑫𝒖𝒕𝒊𝒆𝒔 [ 𝐊𝐲𝐥𝐨 𝐑𝐞𝐧]
Hayran Kurgu. ✦ ˚ · . · •. ✺ * ⊹ · . * * . . * . °· . · ✦ * · * . • · •. ✶ ˚ · . · ✦ ˚ · . · •. ✺ * ⊹ · . * * . . * . °· . · ✦ * · * . • · •. ✶ ˚ · . · . ...