Capitulo 6

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__________(TN) se incorporó e introdujo la mano en la caja hasta rozar con los nudillos varias capas de papel y cartón.

-¿Está en la otra? -preguntó.

-No, mete la mano hasta el fondo, ya verás.

Y así fue. Tocó con los dedos algo duro y alargado, lo empuñó y lo extrajo.

-¡Es un vibrador!

-No, es un consolador, nena. Mide veinte cinco centímetros de largo y seis de ancho, exactamente lo mismo que mi polla.

__________(TN) se quedó estudiando el aparato mientras le aumentaba el ritmo de los latidos. Aquello era enorme: de goma, recio, curvado y con la punta como la cabeza de un champiñón.

«Exactamente igual que mi polla», había dicho él. Lo recorrió con el dedo, excitada por el tacto casi real de aquellas venas y protuberancias. Con un instrumento así podía hacer como si se tratara de un pene de verdad, fingir que tenía a Justiciero en sus manos. Aquel pensamiento se tradujo en un chispazo en la entrepierna.

-Quiero que te lo metas en tu sexo e imagines que soy yo.

__________(TN) estrujó la punta: cedía, aunque no mucho.

-Esto es enorme -se quejó con la voz queda.

Justiciero se mantuvo en silencio durante unos segundos. Cuando empezó a hablar, adoptó un tono amable.

-__________(TA), ¿eres virgen? -quiso cerciorarse.

Ella se ofendió al instante.

-Claro que no. Tengo 22 años, ¿es que crees que me pasa algo o qué?

Era cierto que tenía sobrepeso, pero ¿pensaba él que era un bicho raro?

-No, cielo, no es eso, es que quería estar seguro. Escúchame, túmbate y déjame hablar un minuto, ¿Ok?

-Bueno... -accedió rezongando, aún molesta por la pregunta.

__________(TN) se acomodó entre los almohadones y buscó la postura más confortable.

-Quiero que cojas el consolador y que te frotes con él por fuera de tu sexo. Sólo rózate con él moviéndolo arriba y abajo mientras te voy indicando qué hacer.

A __________(TN) ya se le había pasado el enfado. Fue siguiendo sus instrucciones, envolvió el consolador con la mano derecha y empezó a masajearse con la punta redondeada. Las palabras que la voz había pronunciado retumbaron de nuevo en su cabeza: está «dura como un garrote», tiene la punta «completamente morada»... Al imaginar aquella polla tocando su propia piel mientras él le separaba los muslos con las manos, el sexo empezó a palpitarle.

-Estoy recostado en una silla, me estoy empuñando la verga y me encantaría que fuera mi verga y no ése de goma el que jugueteara con tus dulces labios -la voz de Justice acariciaba a __________(TN) como si se tratara de un pañuelo de seda-. Frotaría mi polla contra tu sexo una y otra vez hasta que me rogaras que te follara, pero yo no lo haría.

-¡Ah!,¿no?

-No, no hasta que te corrieras, una vez, para mí. Así estarías empapada y anhelante cuando te penetrara por esa hendidura, pequeña y tensa -su voz era ahora casi un bramido-.

Empujaría, entraría y saldría un poco cada vez hasta que empezaras a correrte de nuevo y, entonces, me clavaría entero dentro de ti para que pudiéramos corrernos a la vez.

__________(TN) se lo imaginó encima de ella. Tendría los hombros anchos; las manos, agradables y experimentadas; el rostro, lleno de amor... Luego se relajó arropada por los cojines del sofá y con la mano izquierda se separó los labios del sexo. Una vez abierta, se pasó el

Bad Girl|HOT|Terminada|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora