Capitulo 27

407 10 0
                                    

—Justin, por favor… —gimoteó.

—Eso es lo que te hago, cielo, un favor…

______ tenía los pechos tan sensibles ya que tuvo que morderse el labio inferior para evitar gritar mientras él continuaba empleando las manos y los dientes para proporcionarle aquel dulce tormento.

El orgasmo llegó con tanta fuerza que los dejó a ambos sorprendidos. Ella se levantó de la encimera estirándose hacia delante y, al alcanzar el clímax, experimentó una sacudida.

—¡Justin! —gritó al fin.

Sobresaltado, él liberó el pecho que tenía aún atrapado en la boca y al levantar la cabeza se golpeó con la barbilla de ______. Enseguida se irguió para sujetarla por los hombros mientras ella disfrutaba de los espasmos al tiempo que el sexo derramaba todos sus flujos. Como si no tuviera esqueleto que la sostuviera, ______ acabó desplomándose sobre Justin, con la mejilla apoyada en su hombro. Él la sostuvo con ternura y le acarició el cabello una y otra vez con la enormidad de su mano. ______ se acurrucó en él, antes de susurrarle:

—Gracias.

—Gracias a ti —respondió él—, es un placer proporcionarte placer.

______ se rió, adormecida.

—¡Qué educados somos! —Levantó la cabeza y le dijo al oído—: Ha sido fantástico, pero me siento un poco culpable por que tú no te hayas corrido.

—Aún hay tiempo —se echó hacia atrás para mirarla a la cara—. Salvo que quieras que me vaya ya.

______ negó con la cabeza.

—No. Aunque creo que necesito un descanso; me gustaría ducharme y, quizá, tomar algo.

A pesar de haber pronunciado estas palabras, ______ no hizo ni siquiera el gesto de desprenderse de aquel abrazo y se dedicó, en cambio, a acariciar su mejilla contra el hombro de Justin. El deslizó una mano entre sus cuerpos y empezó a frotarle a ______ el muslo izquierdo. Los dedos subían cada vez más… hasta que ella lo apartó.

—Ese descanso…

Él sonrió burlón.

—Está bien. ¿Por qué no te das una ducha mientras yo preparo algo de beber? ¿Qué te apetece tomar?

—Vodka con naranja, con mucho hielo. Hay un carrito con bebidas en el cuarto de estar.

—Voy volando —respondió él antes de darle un beso y salir del baño.

Esta vez ______ corrió el pestillo de la puerta. Además de ducharse, le apetecía disfrutar de algo de privacidad. Habían pasado tantas cosas, y tan deprisa, que necesitaba tiempo para evaluarlo todo, para acostumbrarse a lo de tener un amante y a lo de que la desearan. Le costaba hacerse a la idea.

Justin puso algo de hielo en un vaso y vertió en él un chorro de vodka. Luego preparó una segunda copa con whisky y sin hielo, y se dirigió a la cocina. Al ver las llaves y el bolso de ______ tirados en el suelo no pudo evitar sonreír. Se había excitado tanto como él y se había mostrado de lo más receptiva en todo momento. Si pudiera acabar con aquella vergüenza poscoital…

De repente escuchó el sonido de su móvil. Dejó las copas en la encimera y rebuscó en los bolsillos de su chaqueta hasta dar con él.

—¿Sí?

—Bieber, ¿qué mier.da está haciendo? —le gritó Jenkins, el supervisor del equipo de vigilancia.

A Justin le dio un vuelco el corazón. Sus compañeros debían de haber informado ya sobre el incidente del Jane's con Abruzzi.

—Buenas, teniente, ¿qué tal está? —saludó en un intento de procurarse algo de tiempo.

—Pues aquí, sentado y preguntándome por qué uno de mis hombres en esta operación se dedica a socializar con el maldito sospechoso, así es como estoy. ¿En qué mier.da estaba pensando? —contestó elevando la voz.

—Eso no es lo que ocurrió exactamente, teniente —protestó Justin—. Me fui con mi novia a tomar algo al Jane's y al salir de allí Abruzzi… se quedó mirándola

Bad Girl|HOT|Terminada|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora