A las nueve, después de haberse tomado un par de copas de whisky para calmarse, ______ recobraba, si bien aún algo nerviosa, la capacidad de pensar. Saltaba atemorizada al menor ruido, por bajito que fuera.
Justin estaba a punto de llegar, pero todavía no había decidido si debía contarle lo de Abruzzi. Aunque se moría por compartir con él el horroroso suceso del supermercado, su parte racional le aconsejaba que lo guardara en secreto.
Era cierto que se conocían desde hacía solamente cuatro días; sin embargo, estaba segura de que si se lo contaba, Justin querría tomar partido para mantenerla a salvo, y aquello acarrearía unas consecuencias desastrosas para ambos. Por un lado, si él le plantaba cara a Abruzzi, los guardaespaldas del mafioso podrían hacerle daño. Por otro, si la animaba a presentar una denuncia por acoso contra Abruzzi por haberla cogido y amenazado, seguro que éste alegaría que estaba defendiéndose de la persona que había estado espiándolo. Aquello sería el fin para la carrera profesional de ______.
Y para la de Justin. El teniente ya estaba enfadado por el encuentro accidental en el Jane's, así que si hacían cualquier cosa que pusiera en peligro la operación de vigilancia, su enojo aumentaría. O peor aún, si llegara a enterarse de que Justin había descubierto, sin haber informado de ello, que ______ espiaba a Abruzzi, su trabajo podría peligrar de verdad. Y ______ no quería hacer nada que pudiera perjudicarlo profesionalmente.
Una voz interior le preguntaba: «¿Y si Abruzzi iba en serio sobre lo de hacerme daño?»
______ se dijo a sí misma que, si bien era cierto que ese tipo disfrutaba con aquellos juegos psicológicos y de dominación, también lo era que sería lo suficientemente listo como para restringirlos a sus encuentros con prostitutas. Ella era una profesional respetable y muy trabajadora. No creía que Abruzzi fuera a arriesgarlo todo sólo para vengarse.
Unos toques en la puerta interrumpieron aquellos tristes pensamientos y la dejaron sorprendida, porque esperaba que el conserje la hubiera llamado para avisarla de que Justin había llegado. Sin embargo, claro, Justin ya se encontraba en el interior del edificio, en su puesto de vigilancia. En cualquier caso, ______ echó un vistazo por la mirilla de la puerta para cerciorarse de que se trataba de él. Al ver la sonrisa de su amante, todas las reflexiones en torno a Abruzzi se desvanecieron. Abrió la puerta y se lanzó sobre él.
Justin la abrazó.
—¡Vaya! Si vas a recibirme así todos los días, no vuelvo a irme a tomar una caña con los colegas al salir del trabajo nunca más —bromeó.
—Me alegro tanto de verte —respondió ______, apretándose contra su pecho. Era la primera vez en horas que se sentía protegida.
—¿Estás bien? —Justin la apartó ligeramente para liberarse del abrazo—. ¿Qué pasa, cariño? —preguntó mirándola a la cara con preocupación.
Si iba a decírselo, éste era el momento. Se fijó en su mirada cansada y en las líneas de fatiga que se le perfilaban alrededor de la boca. Acababa de terminar un turno de doce horas.
—Nada —contestó—, sólo es que te he echado de menos.
La mirada de preocupación de Justin desapareció para dejar paso a una estupenda sonrisa.
—Yo también te he echado de menos, preciosa —correspondió antes de darle un beso en la boca.
______ se regodeó en el beso con un suspiro. Justin era tan cálido, tan familiar y hacía que se sintiera tan segura… Él cerró los ojos y ______ decidió apartar los horribles recuerdos de la tarde y relegarlos al fondo de su conciencia. Por esta noche, se olvidaría de lo de Abruzzi.
Justin la tomó por las caderas sujetándolas con las enormes manos.
—¿Qué hay de cena? —quiso saber.
—¿Que qué hay de cena? —repitió ______ mirándolo, después de haberse dado unos segundos para reaccionar.
—______, el niño de Ben se ha puesto enfermo y su mujer no podía salir del trabajo para ir a buscarlo al colegio, de modo que le he cubierto el puesto y me he quedado solo mientras él llevaba al niño al médico. He tenido que hacer pis en una botella de fanta y lo único que he tomado en todo el día ha sido una bolsa de cacahuetes. Llevo diez horas sin comer algo consistente. Me muero de hambre y no tengo fuerzas para nada más.
—¿En serio? —retó ______ al tiempo que bajaba la mano para toquetearle el paquete. El miembro de Justin se endureció de inmediato—. Yo creo que aquí tu amigo no opina lo mismo.
—Va en serio, ______. No sabe lo que dice. Danos algo de comer a los dos y te prometo que luego nos ocuparemos de ti.
—Hombres —se conformó entre risas—. ¿Qué tal suena un cóctel de gambas, un buen filete, una ensalada y pan de ajo?
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Bad Girl|HOT|Terminada|
Fanfictionweheheheheh! novela terminada es Mi primera novela en Wattpad espero que les guste no olviden comentar, agregar a la biblioteca y votar <3