7:10 a.m.
Me levanté de la cama en cuanto sonó la alarma. Fui directo hacia el baño y me lavé la cara. Demonios, tenía el cabello hecho un desastre."Bueno, más vale que te vayas acostumbrando a esto de nuevo, Diego." me dije a mi mismo.
Hoy era el primer día de clases de el último año de preparatoria. Y también el primer día que pasábamos los chicos en Buenos Aires, después de la cansada gira que tuvimos por Europa.
Me cepillé los dientes y me vestí, estaba emocionado de regresar a la escuela después del exhaustivo viaje desde Barcelona. Pero por otro lado no tenía ninguna gana de regresar al lugar que más me recordaba a mi pasado.
"No después de lo que ocurrió." pensé en camino hacia el Studio On Beat.
Entré por la inmensa entrada principal del edificio, donde vi a mi gran amigo Marco sentado con su novia, Francesca. Noté algo raro en su mirada, desde la gira había estado así, y Francesca y yo empezábamos a preocuparnos.
-¡Hola Marco! ¡Que bien verte, hermano!-lo saludé y abracé, pero él se reclinó en su asiento y bajó la mirada. Francesca lo veía muy atentamente.
-Hola.-esbozó este con una leve sonrisa.
-Bueno, mi amor, voy por unos refrescos a la máquina, ya vengo.-dijo Francesca levantándose de la pequeña y colorida banca.
-Voy contigo.-dije acompañándola.
En camino hacia la máquina expendedora, vi que Francesca estaba muy preocupada.
-Sí.-admitió-La verdad no sé que le pasa a Marco. Últimamente ha estado muy raro, siento que está distante, frío, diferente.
-Bueno, tranquila, estoy seguro que no es nada malo. Aún debe estar cansado después del viaje, no está acostumbrado a eso...-la tomé del hombro.
-Eso espero.-bajó la cabeza-Igual gracias por preocuparte por mí.
En eso, tomados de la mano, Violetta y León entraron a la sala. Se los veía muy felices.
Cuando ella divisó a Francesca junto a mí, esquivé su mirada, no quería involucrarme mucho con ella ahora que habíamos vuelto.
Francesca notó mi actitud.-Y bueno, ¿cómo van las cosas con Violetta?-preguntó Francesca-¿Estás mejor? ¿Ya la superaste?
-Eso quisiera.-respondí con un nudo en la garganta-La verdad quedamos en buenos términos, como amigos y todo, pero no puedo dejar de verla de esa manera. Es decir, es ella. Es Violetta Castillo, es imposible sacártela de la cabeza.
Francesca asintió.
-Bueno, si querés un consejo, creo que deberías intentar superarla, si seguís pensando en ella sólo sufrirás aún más.
Violetta le dijo algo a León y se acercó a nosotros.
-¡Hola Fran!-dijo Violetta abrazándola.
-¡Hola!-respondió ella-Que lindo verte, ¿cómo estás?
-¡Mejor que nunca! La gira estuvo increíble, no podes creer todas las personas que nos fueron a ver, salimos en el periódico...-contó Violetta con emoción.
Mientras Violetta hablaba me di cuenta de lo mucho que la extrañaba. Sus palabras, su sonrisa, su mirada, todo. Era perfecta. Incluso mejor que perfecta, era única, y no tener el derecho a poder abrazarla y besarla me partía por dentro.
-Bueno, chicas, mejor las dejo solas.-dije antes de despedirme de ambas.
Mientras me dirigía a la sala de música, me topé con una chica de cabello castaño y corto, tenía algo en la mano, parecían ser volantes.
-Oh, disculpa.
-No, está bien.-me sonrió-Fue mi culpa.
-Eh, ¿estudias aquí?-me intrigué, pues jamás la había visto.
-No, ya quisiera.-se acomodó el cabello-Sólo reparto volantes, pero ya me estaba yendo.
Se disculpó y salió corriendo.
Noté algo extraño en esa chica, no era usual que una chica te mirara o sonriera así.
Fui directo al aula y me hundí en mis pensamientos.
"Violetta." era lo único en lo que mi corazón lograba pensar.
ESTÁS LEYENDO
Novela Diego - Ser quien soy
FanfictionTodo puede pasar en un año escolar, y la vida de Diego Hernández cambiará por siempre cuando conozca a aquella chica de los volantes. Dieletta / Diery / Diecesca Novela FanFic creada por FCODieletta.