C. 20: Libertad
-Diego...soltáme.-jadeó Violetta.
-Oblígame.-sonreí pícaramente.
La volví a besar. Pude ver sus mejillas, que ya estaban bastante sonrojadas.
-Diego, lo que pasó ayer...significó algo para mí también. Pero, ahora no podemos hacer nada porque estoy con lo de Youmix, y si se enteran de que me pasan cosas con vos...-explicó.
-Está bien. Lo comprendo. Sólo quería que lo supieras.-le guiñé el ojo.
Después de mirarnos fijamente, ambos nos dirigimos al sum.
Cuando entramos, pudimos ver las expresiones de la gente. Parecían haber visto un fantasma.
Todos voltearon hacia nosotros. Francesca se veía angustiada, León estaba muy furioso, Maroti parecía afligido y los directivos estaban perplejos.
Violetta me volteó a ver, no estábamos entendiendo lo que estaba pasando.
-¿P-pasa algo?-preguntó Violetta intrigada.
Pablo se acercó hacia nosotros, seriamente, y cuestionó:
-Chicos, ¿me pueden explicar que es esto?
Señaló hacia la pantalla que se proyectaba en el escenario.
Violetta y yo volteamos. En la pantalla se mostraba lo que estaba pasando justo hace unos minutos en la sala de canto. Todo.
-P-pero...-tartamudeó Violetta muy avergonzada.
Violetta volteó a ver a todos, en especial a los directivos, quienes parecían desconcertados. En seguida, salió corriendo de ahí. Yo la seguí.
-¡Violetta, espera!-traté de detenerla, pero era inútil.
-¡DÉJAME EN PAZ, DIEGO!-me gritó llena de furia-¡DÉJAME EN PAZ DE UNA VEZ!
-¡¿Qué te pasa?!-repliqué.
-¡Me pasa que cada vez que me acerco a vos de alguna manera, siempre algo malo pasa! ¡TODO EL TIEMPO! ¡Estoy harta! ¡Harta de cometer errores con vos! ¡No lo puedo soportar más!-exclamaba.
-¿Qué quieres decir...
-¡Quiero decir que es TODO! ¡NO QUIERO QUE TE ACERQUES A MÍ JAMÁS! ¡EN TU VIDA!-varias lágrimas salían y recorrían delicadamente su rostro-¡Pretende que estoy muerta! ¡Porque eso es lo que yo haré con vos!
Y me dejó ahí. Con la palabra en la boca. Después de lo que parecía ser la mejor noche de mi vida, ella me hacía esto.
Decidí salir del Studio. No tenía ninguna gana de ser sermoneado por Pablo acerca de las reglas y los límites en cuanto a las intimidades, o a ser el hazmerreír de todos por aquella grabación. Quería desvanecerme. Quería esfumarme y jamás regresar.
Cuando salí, no tenía de adonde ir. Seguro no quería ir a casa, tan sólo me recordaba a la noche anterior. Tampoco al parque, ni a algún restaurante. Tan sólo quería perderme en el mundo, sin que nadie pudiera encontrarme.
Fui a perderme en lo que parecía ser una construcción abandonada. Me senté en la orilla de la acera y saqué mi teléfono. Admiré mi fondo de pantalla, pues era una foto mía con Violetta. Algunas lágrimas pretendían brotar de mis ojos, pero yo las resistía.
Pasé ahí algunas horas, hasta que Francesca me encontró.
-¡Diego! ¡¿Qué hacés acá?!-cuestionó algo alterada-¡No sabés cuanto te estuve buscando!
-No quiero hablar ahora...-respondí silenciosamente.
-¡¿Es por lo que pasó con Violetta, no?!-reclamó.
Tan sólo asentí.
-¡Diego, me tenes CANSADA!-me asusté un poco ante los gritos de Francesca-¡Córtala ya con Violetta!
-¿A qué te refieres?-interrogué asustado.
-¡Sabés a lo que me refiero! ¡Todo el tiempo estás con el tema de Violetta! ¡Parece que no podes pensar en otra cosa, y honestamente, me pone de los nervios!-gritó con ansias-¡Déjala ya en paz! ¡Se nota que no te quiere! ¡¿Por qué no la dejás sola y vos seguís con tu vida?! ¡Y NO DIGAS QUE ES PORQUE ESTÁS ENAMORADO DE ELLA, PORQUE DÉJAME DECIRTE QUE ESO NO ES ESTAR ENAMORADO, SINO OBSESIONADO!
Me quedé perplejo, ahí, ante los gritos de Francesca.
Después de un largo silencio, Francesca sólo dio un suspiro profundo y se fue.
Pasó un par de horas más, hasta que decidí volver a casa.
Francesca tenía razón, mi amor por Violetta no era amor, sino obsesión. Una horrible y tóxica obsesión que me hacía daño todo el tiempo, y y caía siempre como un bobo.
Mientras estaba recostada en mi cama, veía las manecillas del reloj avanzar, y el cielo oscurecer. Hasta que me llegó un mensaje de Francesca.
"Diego..." ponía. "¿Estás ahí?
Tomé mi móvil y le respondí:
"Sí, ¿qué pasa?"
"Lamento lo que te dije antes, no debí hacerlo :( Es sólo qué...verte mal me mata, y siempre que estás cerca de ella sufrís."
"No te preocupes, todo bien."
"No, todo mal. Me zarpé diciéndote esas tonterías, yo sé que en verdad estás enamorado de Violetta, y yo no debí meterme."
"Estoy bien ;)"
Pero no estaba bien. Me dolía todo por dentro. Me dolía el pecho, el estómago, las piernas me temblaban. Y sólo conocía una causa a esto, y se llamaba Violetta.
Decidí ponerle fin a todo y la llamé.
-¿Diego?-atendió.
-Tenemos que hablar...-expliqué.
-Sí, lo sé. Lamento haber reaccionado de la manera en la que reaccioné en el Studio. Es qué...estaba muy nerviosa y avergonzada, pero nada era ciert...-intentó disculparse.
-Tranquila, no he llamado para pedir explicaciones.-la tranquilicé.
-¿E-entonces?-preguntó con curiosidad.
-He llamado para decirte que...-busqué la definición perfecta para lo que trataba de decirle, pero no la encontraba.
Di un suspiro y solté las palabras:
-Que me rindo.
-¿Qué?-dijo Violetta confundida.
-Sí. Me rindo Violetta. Me rindo ante ti, no puedo seguir haciéndome ver como un tonto atrás de ti. Yo sé que tus sentimientos no cambiarán respecto a mí por más que lo intente, así que decidí dejarte en paz de una vez por todas.
-Pero, Diego, yo quería decirte que...
-Me rindo, Violetta. No lo haré más.
Al decir esto, colgué, sin dejarla decir ni una palabra más. Aventé el teléfono al otro lado del cuarto por la desesperación y suspiré de dolor. Todo esto me dolía mucho, pero era lo correcto. Debía dejarla ir sí en realidad me importaba.
"Todo ha acabado." pensé, y dejé caer una lágrima por mi mejilla.
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Novela Diego - Ser quien soy
FanfictionTodo puede pasar en un año escolar, y la vida de Diego Hernández cambiará por siempre cuando conozca a aquella chica de los volantes. Dieletta / Diery / Diecesca Novela FanFic creada por FCODieletta.