Capitulo 22

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C. 22: Escondiendo la verdad

-¡¿Qué?!-exclamaron Violetta y Francesca a la vez.

Francesca quedó petrificada, me miraba con ojos de culpa. Violetta simplemente nos observaba estupefacta.

-¿E-es en serio?-preguntó Violetta nuevamente.

-Sí. Nosotros somos novios, pero no queríamos hacerlo público por ahora. Pero sí, somos novios.-afirmé, con un nudo en la garganta.

Francesca no dejaba de mirarme, como si lo que estaba haciendo fuera un crimen.

-Bueno, me alegro mucho por ustedes.-disimuló Violetta.

Tomó sus cosas y salió corriendo de ahí. Francesca se soltó de mis brazos.

-¡¿Qué caraj*s fue eso?!-me gritó-¡Le acabás de decir que somos novios!

-Lo sé, perdón...No sabía que más decirle, fue lo único que se me vino a la mente.-me disculpé, pero no parecía aceptar mis disculpas.

-No, Diego, no está bien. Tenés que decirle la verdad.-determinó molesta.

-No puedo, si lo hago caeré en su trampa...

-¡¿Qué trampa?!-cuestionó-¡Tenés que arreglar las cosas con Violetta con la verdad! ¡No podes estar mintiéndole todo el tiempo!

-Lo sé, pero...No puedo hacerlo. Por favor, Francesca, sígueme la corriente por lo menos en esto, te prometo que te lo recompensaré...-supliqué una y otra vez.

Después de una larga pausa, Francesca aceptó.

-Está bien, pero sólo porque sos mi amigo.-bufó con amargura-Y yo no haré nada, tan sólo te seguiré la corriente.

-Sí, sí.

-Bueno, me tengo que ir. Nos vemos luego...-se despidió-"novio".

-Hasta luego, "novia".-reí.

Me fui directo a casa, pero en el camino recibí una llamada. Me sorprendió al ver que el número marcaba fuera de área. Atendí, y no era nada más ni nada menos que...

-¡Marco! ¡Amigo!-dije alegremente.

-¡Hola Dieguito!-me saludó amistosamente-¿Todo bien?

-Sí, por aquí todo bien. ¿Y allá? ¿En Londres?-le pregunté.

-Sí, todo bien...-sonrió, y después nerviosamente preguntó-Por cierto, ¿cómo está Francesca?

Tragué saliva. Apenas me había dado cuenta de que nunca le conté lo que había pasado entre Francesca y yo. Acerca de como ella estaba enamorada de mí, y que yo me sentía diferente con ella, y de que nos habíamos besado un par de veces. Pero no pensaba decírselo, no era el momento.

-¿C-con Francesca? Bien. Sí, ella está...bien.-vacilé.

-¿Sabes algo? La extraño. Fue muy importante para mí, a veces pienso que dejar nuestra relación por venir a Londres no fue la mejor decisión...-relató nostálgicamente.

-Sí, igual creo que lo que hiciste fue lo mejor. Para seguir tu camino, tu carrera como solista...-lo apoyé.

-Eso creo. Aunque aún no me acostumbro del todo...

Nuestra conversación continuó por varias horas, hasta que Marco tuvo que irse y yo fui a casa. Quedé boquiabierto cuando vi que alguien estaba a la entrada de mi casa.

-¡Diego!-gritó con emoción Violetta.

Vi que tambaleaba de un lado al otro, y no me sorprendió encontrar una botella de alcohol en su mano.

Novela Diego - Ser quien soyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora