Capitulo 17

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C. 17: Distante

-¡¿Qué car*j*s están haciendo?!-exclamó León, furioso.

-No, no, León, yo te puedo explicar.-suplicó Violetta.

-¡¿Explicar qué?! ¿Qué estabas besuqueándote con este payaso?-León se acercó violentamente a mí y me dio un puñetazo en la cara.

El puñetazo fue tan fuerte que me derribó al suelo. No tuve oportunidad para defenderme, y por supuesto no tenía motivos. Sabía que lo que estaba haciendo estaba mal, así que debía pagar las consecuencias.

-¡Diego!-Violetta se agachó para ayudarme.

Sangre salía de mi nariz y mi ojo me dolía terriblemente. Era obvio que todo esto empeoraba la situación.

León se fue de ahí con rabia. Violetta me ayudó a levantarme, pero después se excusó diciendo que tenía que hablar con León.

Me quedé ahí, solo, con la nariz rota y un ojo morado. Y todo porque no pude contenerme. No sé porque, pero siempre termino arrepintiéndome de mis actos en lo que se refiere a Violetta.

Salí de ahí y me fui a casa. Me puse hielo en el ojo y curé la herida, pero aún así me sentía terrible. No sólo había besado inapropiadamente a Violetta, pero también le había mentido a Francesca.

Al escuchar lo que sucedió, Francesca fue inmediatamente a mi casa. Me ayudó a recuperarme de las heridas y estuvo ahí todo el día, para apoyarme. No la merecía. No merecía a una chica tan maravillosa como Francesca.

-En serio no puedo creer a León...-comentó, aplicando hielo a mi ojo-¿por qué de la nada te violentaría? Creía que estaban empezando a llevarse bien.

Suspiré profundamente. Debía decirle la verdad.

-Francesca, León no me golpeó de la nada...-me mataba por dentro tener que lastimarla, pero la verdad es lo más importante-Lo hizo porque nos encontró a mí y a Violetta besándonos.

Francesca parecía sorprendida.

-Oh, ya veo.-dijo Francesca, silenciosamente.

-Lo siento mucho...-me disculpé mirándola a los ojos.

Francesca se levantó del sofá en el que estábamos sentados y se dirigió a la puerta.

-Tengo que irme.

-Francesca, ¿adónde vas?-dije angustiado.

-Diego, tengo que salir de aquí...-Francesca parecía contener las lágrimas.

Me levanté del sofá y la detuve.

-No, por favor, no.-manifesté.

-¡Diego, tengo que irme!-exclamó afligida.

-Por favor, Francesca, te lo suplico, no te quiero perder.-rogué.

-¡¿Si no querías perderme por qué me hacés esto?!-gritó, ahora varias lágrimas brotaban de sus ojos.

-Perdóname, no estaba pensando...-contesté triste.

-¡Eso no importa! ¡Porque lo hiciste!-se limpió algunas lágrimas del rostro-Eras el chico al que en realidad confiaba, pero terminaste lastimándome como todos los demás.

-¡No! ¡No es así!-le toqué el rostro, limpiando su frágil llanto-Por favor, no hagas esto...

-No quiero que me vuelvas a hablar.-determinó.

Francesca se soltó de mis brazos y se fue.

Increíble. Absolutamente increíble. De alguna manera había conseguido lastimar a 3 chicas, por estúpidos errores de los que me arrepentía. ¿Por qué soy tan imbécil? Sólo le hago daño a las personas, soy una persona tóxica.

Novela Diego - Ser quien soyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora