Capitulo 19

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C. 19: Después del desastre

Desperté con una jaqueca horrible. Me dolía todo. Me extrañé al ver que no tenía ropa puesta, pues jamás dormía de esta manera.

Apenas y me di la vuelta, noté que una chica estaba a mi lado. Aterrado, le descubrí la cara y me di cuenta de que esa chica era Violetta.

Me quedé paralizado. ¿Qué estaba haciendo Violetta ahí? ¿Qué había pasado la noche anterior? ¿Y por qué no lograba recordar nada de lo sucedido?

Cauteloso, salí de la cama, me puse ropa y silenciosamente salí de mi habitación, pues Violetta aún seguía dormida.

Una enorme paranoia se apoderó de mí. ¿Qué era lo que iba a hacer? ¿Qué significaba esto para nuestra relación?

Las dudas me invadían, y el miedo a la reacción de Violetta me atemorizaba. ¿Por qué me pasaba todo esto?

Sonó el timbre. Creí que era Germán, que estaba buscando a su hija, pero no. Era Francesca. Abrí la puerta lentamente.

-¡Holaaa!-exclamó con emoción abrazándome.

-Eh, hola...-respondí, nervioso de que se diera cuenta de que Violetta estaba ahí.

-Perdón por interrumpirte a media mañana, es sólo que tengo grandes noticias para darte.-Francesca parecía muy animada.

-Sí, Fran, no es un buen momento ahora...

-¿Cómo que no? ¡Es muy importante lo que te tengo que decir!-saltaba de la alegría-Mira, esto me lo contó Pablo, pero no es nada seguro. Tal vez a nuestra presentación asistan alg...

Francesca se detuvo al notar algo encima de mi sofá.

-Eh, Diego...¿está es la ropa de Violetta?-cuestionó extrañada.

-¿Qué? Eh, bueno, no lo sé...-trataba de disimular, pero no lo conseguía.

Francesca procesó todo y corrió hacia mi habitación. Intenté detenerla, pero mi jaqueca me lo impedía. Francesca abrió la puerta de mi cuarto y encontró a Violetta dormida en mi cama.

-¡No puede ser!-Francesca abrió los ojos como platos-¡Tuviste sexo con Violett...

Le cubrí la boca.

-¡Francesca, silencio!-grité en voz baja.

-¿Qué pasó anoche?-interrogó. Parecía mucho más interesada en esto que en las noticias que me iba a dar.

-No lo sé. Sólo sé que amanecí con Violetta a mi lado.-expliqué.

A Francesca se le escapó un grito de la impresión. Violetta se despertó de golpe.

En cuanto se enderezó en la cama, comenzó a ver a todos lados. Parecía confundida, no tenía idea de donde estaba.

Hasta que nos vio a Francesca y a mí, parados en la puerta. Violetta se sobresaltó, y al darse cuenta de que estaba desnuda, se cubrió con la sábana, asustada.

Francesca y yo salimos de la habitación.

-¡No puede ser! ¡Violetta y vos...-susurró feliz-¡Por fin te corresponde los sentimientos!

-No, no, no, Francesca. Esto no significa nada. Ella estaba borracha, no sabía lo que estaba haciendo...

Francesca me dio un golpe en el hombro.

-¡¿Borracha?! ¡No puedo creer que te aprovecharas de ella en ese estado!

-No fue mi culpa, ¿vale? Me dejé llevar, no lo resistí.-me excusé.

-¡Sos un grandísimo idiota! ¿No ves que después de estar borrachas las chicas se arrepienten de lo que hicieron? ¡No querrá verte ni en pintura!-gritaba sin parar.

-¿Y qué puedo hacer?-dije desesperado.

-Mira, déjala sola por unos minutos. Cuando salga...vos, eh...-Francesca parecía no encontrar ninguna solución-Mierd*, no sé que hacer.

Pasaron algunos minutos, hasta que Violetta salió de mi habitación. Tenía puesta una bata, pues su ropa estaba en la sala.

Me volteó a ver a mí, y apartó la mirada. Volteó a ver a Francesca, y apartó la mirada. Violetta no tenía idea de adónde mirar, así que simplemente miró al suelo mientras iba por su ropa. Parecía estar sonrojada.

Vi que Francesca hacía un gran esfuerzo por no echarse a carcajadas, así que le di un codazo para que se detuviera. Pero era cierto, ver a Violetta en esta situación era bastante gracioso. Uno no imaginaría que la misma Violetta Castillo estaría en este tipo de cosas.

Violetta tomó su ropa y salió corriendo de mi departamento. No había dicho ni una palabra. En verdad debería estar avergonzada.

-Y bueno, ahí va la chica con la que te acabas de acostar...-rió Francesca.

-¿Qué querías que hiciera?-me defendí.

-Igual, creo que la pasó bastante bien anoche.

Mientras Francesca seguía haciendo sus bromitas, yo sólo podía pensar en Violetta. ¿Por qué no había dicho nada? Era obvio que había significado algo. Por lo menos para mí.

Más tarde, Fran y yo nos dirigimos al Studio. Cuando entramos al sum, vimos que estaba lleno de gente.

-¿Qué es todo esto?-pregunté.

-Ah, sí, era lo que quería decirte. Pablo nos contó que hoy los directivos de Youmix vendrían a evaluar nuestro desempeño y todo eso. Pero lo genial es que un caza talentos elegirá a uno de nosotros para una carrera como solista. ¡¿No es increíble?!-se asombró Fran.

-Estoy seguro de que te elegirán a ti.-sonreí.

Todos se acomodaron y se alistaron para la presentación. Pero no me podía concentrar, así que decidí terminar esto de una vez. Me levanté de mi silla y fui con Violetta, quien estaba en la sala de canto preparándose.

-Violetta...-toqué a la puerta.

Se dio la vuelta y entornó los ojos.

-¿Qué haces aquí, Diego?-sonaba molesta.

-¿Por qué me tratas mal?-repliqué.

-No estoy de humor.

-Mira, tenemos que hablar sobre lo que pasó.

Me acerqué a ella, pero se rehusaba a hablar.

-Violetta, no puedes esquivarme...-manifesté.

-Diego, lo que pasó es algo que quiero olvidar, ¿sí?-contestó alterada-Quiero olvidarme por siempre de ese día y jamás recordarlo. Y quiero que vos hagas lo mismo.

-¿Por qué?

-¡Porque eso fue un error, Diego! Yo estaba borracha, fue un gravísimo error haber hecho eso, ¡no significó nada!-me gritó.

-Violetta, sé que sí sentiste algo cuando eso pasó.

-¿Y por qué estás tan seguro?-me retó.

La tomé de la cintura y lentamente la acerqué a mí.

-Porque aún sientes cosas por mí.-dije.

Le di un beso suavemente. Ella me miró a los ojos, estaba bastante colorada.

Ese momento pudo haber durado para siempre, pues era maravilloso.

Pero lo que terriblemente no habíamos notado, era que la cámara de la sala, que habían instalado las personas de Youmix, estaba encendida.

Novela Diego - Ser quien soyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora