Capítulo 7.

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Salí al Ring al oír mi nombre, escalofríos recorrían mi cuerpo. Hoy iba a pasar algo, algo muy malo, lo presentía. No podía pensar en otra cosa que no fuera aquello, todo lo que ocurría a mi alrededor pasaba en cámara lenta, busqué con mi mirada algo que estuviera mal pero no conseguía ver nada.

- Que comience la pelea. - Escuche la voz del jefe del lugar como si fuese un segundo plano. Mire a mi contrincante y abrí los ojos sorprendida. La chica era muy alta y musculosa, más que yo. Cuando estaba apunto de atacar, ya estaba en el suelo por un golpe seco bien dado. Me levante con dificultad por mis costillas y le di uno parecido al que me dio ella. Cayó pero se levantó del suelo al segundo siguiente golpeandome con el codo haciendo que mi cuerpo tocará el suelo de nuevo, los gritos de la gente se hacian cada vez más fuertes en mi cabeza. Aquella Madison corrió hacia mi con la intención de encima mío pero yo levante mis piernas y al tenerla justo encima de estas, las movi tirandola.

Lo bueno de estas peleas esque no hay normas, tu podías usar cualquier técnica y no pasaba nada. Me levante del frío y sucio suelo con dificultad, la chica no se levantaba del suelo por lo que se quedó inconciente con la caída, sonreí para mis adentros. Había ganado.

...

- Te había visto mejor en los entrenamientos. - Me alarme al escuchar su voz detrás de mi. Yo estaba en mi cocina, preparandome una ensalada. El llevaba unos vaqueros claros y una sudadera negra que le iba apretada, también tenía una mochila colgada en su hombro izquierdo.

- Me estoy preguntando que sería mejor, llamar a la policía para que se encargue de ti o encargarme yo misma. - Lo fulmine con la mirada, el sonrió de lado y se sentó en el taburete de la isla. Me miro de una forma inquietante.

- Suena bien aquello de que te encargues tu misma. - Su voz sono suave como un susurro grave. - Deberías empezar a cerrar las ventanas, podría entrar cualquier persona. - Yo tan sólo lo ignoré, asi se cansaria de su juego y se iría, dejándome en paz.

Me sentía enferma, hoy se suponía que saldría con los chicos pero me encontraba muy mal y preferí quedarme en casa. Seguí con mi ensalada.

- Estuve con mi padre en tu pelea. -Hizo una pausa y prosiguió después de unos segundos. - Te he notado mal, igual que en el entrenamiento. Deberías de dejar esto por un tiempo, como una baja, no se.

Me gire para enfrentarlo.

- Tu no me conoces, no sabes cuando estoy bien o cuando mal. Además, ¿una baja? -me reí. -Esta claro que no sabes donde te metes. Aquí no hay descansos, cumples o te matan, no hay elección. - Cogí la ensalada y me senté en el taburete que sobraba, justo en frente del castaño.

- Me da la impresión de que no te agrado mucho. - yo no lo miraba.

- Te has colado en mi casa por segunda vez, ¿que esperabas? - Respondí cortante.

Hubo un minuto de silencio.

- Si tanto te hubiera molestado me habrías sacado pero aún no lo has hecho, eso es un buen paso.

- No voy a gastar mis fuerzas por un imbécil como tú. - Además de que mi cabeza comenzó a doler de nuevo. La apoye entre mis manos descansando los ojos, haber si de esa manera se me pasaba el dolor.

- ¿Que te ocurre? - No respondí. Me levante de la silla y camine a mi habitación. Escuche sus pasos detrás mío, yo me gire para mirarlo por segunda vez esta noche, tenía el ceño fruncido mirándome detalladamente buscando algo mal.

- No. Me. Sigas. - le dije pausadamente poniendo una mano en la cabeza y otra delante de Bieber para que no se acercará. Mi vista se volvió borrosa y de pronto negra.

...

¡Alison corre cariño! ¡Irán a por ti!

Moví mi cuerpo en respuesta al aviso pero unas manos me frenaron agarrándome los hombros, abrí mis ojos rápidamente esperándome lo peor.

- Ya Alison, tranquila. - Justin hablo mirándome detalladamente, mire mi alrededor, me encontraba en una habitación blanca, en el hospital. Debía de haberme desmayado.

Apoye mi cuerpo de nuevo a la cama que no era nada cómoda, mi estómago estaba vendado y mi cabeza ya no dolía.

- ¿Cuanto tiempo llevo aquí? - Mi voz sonó ronca, aclare mi garganta. Justin suspiro, parecía cansado.

- Llevas más de cuatro horas, al parecer tenías las costillas lastimadas. - Negó con la cabeza y apoyo su barbilla en su puño. - Alison, ¿Te dieron golpes en la cabeza?

- ¿Que importa eso?

- Ya basta Alison Scoot, me vas a contar quien te hizo todo esto como si me haces retenerte en esta cama.

- No eres mi padre. - Hable duro. - No te importa.

- ¿No crees que merezco saber que te ha pasado? Joder Ali, llevo más de cuatro horas en este maldito hospital por ti. - Se levantó de la silla sin quitar su mirada de la mía.

- Yo no te obligado a llevarme al hospital y mucho menos a quedarte aquí. - Me senté intentándolo. El quiso responderme pero una mujer rubia vestida de blanco entró.

- Veo que ya has despertado, eso es bueno. - Sonrió y después se acercó a mi. - ¿Cómo estás ?¿Te duele algo?

- No. - Contesté. Mire a Justin que seguía en una esquina de la habitación mirándome con una expresión seria.

- Tu novio nos ha explicado que tuviste mareos y dolores de cabeza. - Abrí mis ojos.

- No es mi novio. - mire a la doctora.

- Ah bueno, pues este chico no se ha separado ni un segundo de ti.

- Bueno. - No sabía muy bien que responder.

- Esta bien. - Respiro hondo. - Te hemos puesto un tratamiento para las costillas porque al parecer no es tan grave, suero y oxígeno para el dolor de cabeza porque te despertaste con un dolor muy fuerte . También paracetamol. Creemos que el dolor puede ser por algún golpe o caída, tal vez por crisis nerviosa o el dolor de las costillas también. Bien, te dejó un medicamento para la cabeza durante una semana, una crema para esos hematomas y el antibiótico. - Suspiro mirándome con pena.

- También tienes que tomar reposo por unos días, dieta ligera en grasas y nada de alcohol. - Me dio una última sonrisa para caminar hacia la puerta. - Te doy unos minutos para que te levantes y puedas volver a casa.

Cuando salió de la habitación Justin se acercó a la cama.

- ¿Puedes levantarte sola? - Extendió su mano hacia a mi, asentí y me levante con cuidado debido a que tenía el cuerpo dormido de tanto estar en la cama.

Me acomode la camiseta y me acerqué a la puerta sabiendo que tenía al castaño detrás mío, Cuando llegue a la salida me di la vuelta para mirarlo.

El empezó a caminar y yo lo seguí dando a saber que quería que me llevará a casa, no tenía ningún otro remedio.

Cuando entre en su coche apoye mi codo en la ventana y mi mano sujetaba mi cabeza, quería concentrarme en otra cosa que no fuera el chico que tenía al lado. Lo mire por un segundo, tenía la mandíbula apretada parecía enfadado.

Cuando llegamos, al abrir la puerta Justin me corto.

- Hablaré con mi padre para que solucione tus cosas por unos días, le diré que el médico te ha dicho que necesitas descanso. - Hablo suave sin mirarme.

- No puedes...- Quise quejarme pero me interrumpió.

-¿Que quieres entonces? ¿Seguir peleando? Aún sabiendo que debes recuperarte - Ahora el me miraba, si que estaba furioso ya que podía ver en sus ojos las llamas.

No quería discutir, solo quería volver a casa. Así que me levante del asiento. - Gracias, por haberme llevado y traído.
Y sin esperar a que me respondiera, me dirigí a mi casa.

BLOW { I Trilogía Scoot }Donde viven las historias. Descúbrelo ahora