Capitulo 9.

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Tenía que admitir que en ocasiones sentía la culpa de haber dejado ir a mi padre, pero una gran parte de mi ignoraba totalmente ese sentimiento a pesar de todo.
Hoy había tenido otra de mis pesadillas, pero esta vez mi padre apareció en ellas, convirtiendo así una de las peores que había tenido hasta ahora. Aún no entendía el porqué de estas apariciones mientras dormía, supe que algo malo estaba pasando, hacía dos meses que sentía lo que ahora siento y me empezaba a preocupar.
Las calles estaban iluminadas por la luz de las farolas, tan vacías que se podía apreciar el sonido que transmitían los grillos, dándome al menos algo de compañía. Después de media hora, decidí volver a casa, debían de ser las tres de la madrugada, y si no volvía me quedaba allí, en un banco seguramente durmiendo. Cuando ya estaba en frente de mi solitario hogar, me percate de algo; la puerta estaba abierta. ¿La había dejado yo? Camine con atención queriendo encontrar alguna prueba. Tras revisar el salón no encontré nada, entonces me adentre sin hacer mucho ruido y con cuidado saque mi pistola escondida en el sofá. Entonces la caída de un objeto en el piso de arriba resonó por todos los pasillos, apreté mis manos contra el frío arma. Subiendo las escaleras me arme de valor para plantar cara a algún maldito ladrón. Abrí la puerta de mi habitación y apuntando con la pistola, acabe apuntando a la ventana. La habitación estaba revuelta y la ventana abierta, me acerque corriendo a la ventana asomándome pero nada, la calle se encontraba vacía. Estaba más que cabreada, me acerque a lo mas Preciado que tenía. La caja estaba a salvo, ni siquiera un rasguño, suspire tranquila. Mire a mi alrededor y comencé a ordenarlo todo aun con la rabia consumida, pero no era la primera vez que me pasaba. Me aliviaba el pensar que no se habían cogido la caja, eso era lo importante. Al levantar la manta un papel cayó al suelo, lo cogí y leí atentamente. " Eres una gran mentirosa princesa, prepárate para tu sorpresa por tu gran mérito. Un saludo, Francisco."
Mi respiración se corto por unos instantes, el estuvo aquí. Mierda, acababa de meterme en más mierda de la que estaba.

Por la mañana, después de hacer mi rutina de siempre, con mi moto fui a clases.

Cuando llegue a mi casillero, sacando los libros que necesitaba, sentí a Justin al lado. El estaba haciendo lo mismo que yo; su mandíbula estaba apretada, tenía el ojo morada e hinchado, el labio partido. Llevaba ya una semana que no me hablaba. Entonces cerré el casillero dispuesta a irme de allí.

En clase de biología me dedique a tomar apuntes, mi compañero de al lado no había soltado ni una sola palabra desde que se sentó, ni siquiera me había dirigido una mirada. Me sentía frustrada, pero, no fue tan malo después de todo, ahora tenía mas tranquilidad. No lo tenía allí fastidiando.

Cuando llego la hora de la comida, me senté junto a los chicos que hablaban animadamente. Cuando me senté con mi bandeja en el sitio libre junto a Luke, todos giraron su mirada hacia mi.

- Hola Alison, ¿Sabías que Jake nos ha propuesto un trabajo muy interesante para esta semana? - Hablo Zayn apoyando su cabeza en sus puños, con una mirada intensa prosiguió. - El edificio de los Garison estará vacía esta semana, tienen una reunión todos los trabajadores en el extranjero. - Se metió una patata frita en la boca y siguió hablando. - Nos ha ofrecido bastante dinero para que nos adentremos en el gran edificio y robemos un contrato, que al parecer ha estado volviendo loco al viejo. - Se encogió de hombros y se apoyó a la silla estirando su cuerpo trabajado.

Mire a los demás, todos tenían su atención en mi. Reí entre dientes, incrédula.

- Pero, ¿Acaso él sabe que el tema de los contratos también interviene una abogado? - arqueé una ceja.

West pareció reírse sin pizca de diversión.
- Eso mismo pensé, pero Jake es listo. - me miro. - El mismo se ha encargado del abogado.

Un escalofrío recorrió mi cuerpo. Otra víctima inocente.

BLOW { I Trilogía Scoot }Donde viven las historias. Descúbrelo ahora