Capitulo 12.

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" Te pasas toda la vida atorado en el laberinto, pensando en cómo vas a escapar de ahí un día y que fabuloso será; imaginar ese futuro te mantiene con vida, pero nunca te escapas. Solo utilizas el futuro para escapar del presente." - Jhon Green.

Me encontraba en la habitación de invitados, exacto, en el hogar de mi querido entrenador. No podría descifrar lo que realmente sentía en este momento, pero tampoco me disgustaba mucho la idea, me sentía cómoda y segura.
Con el pijama ya puesto y mi pelo recogido en un moño alto y despeinado, camine a la cama.
Sentí el blando colchón contra mi espalda y cubrí mi cuerpo con la manta que al principio se sentía algo fría, pero ese frío se fue desvaneciendo. En una situación como la mía u otras complicadas, suponía bastante tiempo lograr conceder el sueño. Me quede observando el techo recordando todo lo que había ocurrido en tan solo un mes.

Me levante de la cama frustrada y le di un largo vistazo a la habitación antes de levantarme, puesto que tendría que acostumbrarme a aquello hasta que Jeremy se sintiese seguro estando yo sola en mi casa.
Jeremy disponía de un apartamento bastante bonito, no era ni muy grande ni muy pequeña, tres habitaciones, un cuarto de baño, cocina y salón. Su diseño era cómodo y antiguo con un toque moderno, podría imaginarme que la mujer que vivía en esta casa tenía muy buen gusto.
Intenté que mis pasos fueran silenciosos, llegue a la cocina y comencé la operación: "en busca de un vaso".
Como la suerte no estaba de mi lado, la cocina ocupaba muchísimos armarios, y hacían ruido al abrirlo, por lo que en abrir uno tardaba mas o menos...Una eternidad, y estaba sedienta.

- ¿Quieres que te ayude?

Me gire hacia la grave voz de mi "alumno". Este se encontraba vestido tan solo con unos pantalones de dormir y nada mas, por lo que su cuerpo de cintura hacia arriba estaba desnudo. Me impresiono encontrarme con más tatuajes, aunque luego recordé a su padre.

- ¿Donde están los vasos? - Me cruce de brazos intentando parecer lo mas normal posible. Ya estaba asumiendo poco a poco que Justin despertaba una sensación terriblemente desconcertante cuando estaba cerca, no podía evitarlo y tampoco me lo iba a negar a mi misma.
El se acerco a un armario y saco un vaso, tenía una expresión neutral, en fin, no podría descifrar que es lo que realmente sentía en aquel momento.
Alargo el brazo y cogí el recipiente de cristal, después lo rellene de agua y me la tome lentamente. Justin me miraba desde la otra esquina de la cocina y me intimidaba bastante, el calor subió a mis mejillas.

- Uhm. Me iré a dormir. - Avise pero el me llamo por mi nombre y me volví. - ¿Que?

- ¿Me podrías contar todo desde el principio? A lo que quiero llegar es, ¿Por qué ese tal Francisco quiere verte muerta o lo que sea? ¿Y que has hecho para que pase eso? - Su mirada trasmitía esa curiosidad de siempre, pero también otra chispa que no supe entender.

Entendía porque el chico se cuestionaba mi vida, yo también sentiría curiosidad y también estaría nerviosa estando en un entorno de secretos, persecuciones, robos y demás, y ni siquiera saber el por qué.

- Le mentí sobre el paradero de mi padre. - me apoye a la isla pequeña y seguí hablando tras un suspiro. - Bueno, mi querido padre, James Scoot, un enfermo adicto a las apuestas y al alcohol, se metió en mas problemas de los que estaba, pero esta vez con el famoso traficante millonario italiano, James le debe dinero y ahora yo estoy metida en esta mierda por tener la misma sangre que el, si el no puede pagar, que lo haga su hijita. Como si él hubiera invertido en mí ese dinero, es más, lo tengo guardado en un banco suizo. - Sonreí irónicamente. El me miro serio durante unos segundos pero luego se le escapo una sonrisa, reprimiendo una risa. - ¿Que?

Soltó una ligera risa, algo que hizo que todo en mi se revolviera. - ¿Siempre eres tan sarcástica?

- Bueno Bieber, yo he venido aquí a por agua, ¿Que haces despierto a estas horas?

BLOW { I Trilogía Scoot }Donde viven las historias. Descúbrelo ahora